La formación de científicos, humanistas y tecnólogos, asi como la inversión en investigación básica y aplicada, puede jugar un papel de primer orden para la identificación de alternativas a la desafiante condición contemporánea.
Actualmente, la inversión pública del estado de Puebla en investigación y desarrollo alcanza apenas el 0.25% del PIB, muy lejos del 1% comprometido por la anterior Ley General de Ciencia y Tecnología; además, en su versión actual, la ley ya no define el monto comprometido de inversión pública para la ciencia y la tecnología. La legislación estatal en materia de fomento a la investigación científica, tecnológica, humanística y a la innovación, data de 2004 y existe una iniciativa de actualización que se encuentra congelada.
Puebla se ubica en el cuarto lugar nacional respecto de la prevalencia de pobreza y desigualdad, y sufre una grave polarización en materia de desarrollo. La estratificación socioeconómica regional evidencia una creciente concentración de recursos y capacidades en solo cuatro municipios, representados por ocho parques industriales (particularmente en el área metropolitana Puebla-Tlaxcala, donde se localiza el principal corredor industrial y las principales empresas del sector terciario) y segmentos sociales.
Por contraste, la mayoría de los municipios de las regiones Nororiental, Norte, Mixteca y sierra Negra se sostienen por actividades económicas con una baja composición de capital (agricultura de subsistencia y de plantación, ganadería menor, industria maquiladora de exportación, minería) y por recursos procedentes de las remesas de la población migrante. En estas regiones destaca la existencia de un hábitat de grandes recursos, expresiones culturales y acervos de saberes de enorme riqueza, que se encuentran amenazados por la prevalencia de un economía extractivista y depredadora operada por corporaciones privadas y por relaciones interculturales que deslegitiman y buscan destruir la resistencia cultural y los saberes de los pueblos.
En el sector industrial se observa también una composición polarizada, con un pequeño grupo de grandes empresas que articulan parcialmente un conglomerado de emprendimientos bajo la modalidad de clúster. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones económicas del sector secundario son pequeñas empresas con baja composición de capital y pobre cultura de innovación, ya que representan más del 68% de las unidades económicas del estado, en contraste con la industria manufacturera que solo representa un poco más del 16%.
En los últimos 10 años se ha fortalecido el sector de empresas de economía social, con un crecimiento del 15% en los últimos 3 años en el estado de Puebla, cuyo desarrollo se encuentra amenazado por la insuficiencia de estímulos y apoyos. Pese a ello, representa un sector emergente de enorme potencial innovador.
El estado ostenta un importante ecosistema educativo que se expresa en la existencia de poco más de 200 instituciones de educación superior. Estudiantes y egresados de las instituciones universitarias constituyen una fuerza potencial de enorme relevancia para el impulso de nuevos campos de desarrollo económico, social y cultural.
Puebla cuenta con el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología (CONCYTEP), la principal instancia encargada de promover el desarrollo científico y tecnológico en el estado, el cual desarrolla una amplia agenda de apoyo al desarrollo científico y la divulgación del conocimiento. Sin embargo, en 2023 el Consejo solo recibió alrededor de 19 millones de pesos, el 0.05% del presupuesto destinado a la Secretaría de Educación, sector del que forma parte.
La IBERO Puebla ha sido un actor de primer orden en la generación de conocimiento, así como de su divulgación y aplicación social. Cuenta con un Ecosistema de Investigación y Posgrado que articula y orienta los propósitos de incidencia social de la Universidad. La agenda institucional identifica los ejes estratégicos para el fomento de la investigación y la formación de científicos, humanistas y tecnólogos. Estos ejes son convergentes con los Programas Nacionales Estratégicos del CONAHCYT y con las líneas de investigación prioritarias propuestas por el CONCYTEP, en el contexto del Plan Estatal de Desarrollo.
La Comunidad Académica se encuentra organizada en seis departamentos, tres centros, tres institutos, cuatro observatorios y dos laboratorios. Se destaca la producción y aplicación de conocimiento en el campo de la pobreza y la desigualdad, la generación de empresas de economía social, la innovación tecnológica en el campo de la salud humana y el desarrollo productivo, la protección ambiental, el desarrollo urbano y territorial, el estudio sobre las condiciones de violencia social y de género y la promoción de derechos humanos, la innovación educativa, la salud física y mental, entre otros campos. En muchos casos, esta producción de conocimiento es resultado de un respetuoso diálogo de saberes. Existen, además, diversas iniciativas de difusión científica y divulgación social del conocimiento.
De manera particular, el Instituto de Diseño e Innovación Tecnológica Carlos Escandón Domínguez, SJ (IDIT) representa un espacio de innovación al servicio de la sociedad. En su organización incorpora cuatro laboratorios multidisciplinares de producción tecnológica y el más importante espacio de innovación abierta regional FabLab perteneciente a la red de laboratorios de fabricación digital internacional, el cual busca promover la democratización de la tecnología, el código abierto y la producción local.
Actualizar la Ley de Ciencia, Tecnología y Humanidades del estado de Puebla con la participación de los sectores público, social y privado, con énfasis en la comunidad académica y científica adscrita a las instituciones educativas y centros de investigación del estado, orientada a fortalecer la política de desarrollo científico y tecnológico, con base en un ecosistema de innovación de “triple hélice”, bajo principios de equidad e inclusión.
Fomentar las vocaciones científicas desde la educación básica, con perspectiva de género y con base en un programa específico de la Secretaría de Educación Pública del estado de Puebla, para fortalecer el reconocimiento de las mujeres en el desarrollo científico.
Fomentar la creación de espacios de innovación abierta basadas en las vocaciones regionales y específicas de cada región en el estado de Puebla con la participación de instituciones de educación superior públicas y privadas.
Asegurar una estrategia estatal de becas, estímulos y apoyos para la formación de científicos y tecnólogos enfocados al desarrollo de ciencia básica y aplicada.
Apoyar la constitución de redes científicas y humanísticas interdisciplinarias e interinstitucionales bajo el formato de observatorios, laboratorios y comités científicos que incorporen la investigación básica y aplicada orientada a campos estratégicos: generación de energías limpias; movilidad eléctrica para el transporte público; producción de alimentos y el aprovechamiento productivo de desechos; monitoreo del comportamiento ambiental y mitigación de riesgos ambientales; desarrollo de opciones productivas que estimulen la creación de empleo en el sector agropecuario e industrial con base en modelos de economía social; innovación en el sector de micro y pequeñas empresas; seguridad humana, y la protección de víctimas de violaciones de derechos humanos.
Fomentar el diálogo de saberes y el reconocimiento público de los conocimientos de los pueblos originarios, a través de una política pública y un marco institucional, así como su divulgación a través del sistema de comunicación en lenguas indígenas.
Fortalecer la red de bibliotecas públicas en la escala municipal —por localidad y por centros escolares—, así como la red de medios públicos y comunitarios, para desarrollar acciones de comunicación social orientadas a la democratización y apropiación social del conocimiento.