La 4T bajo la lupa

— 88 — puesto que el discurso del ahora titular del Poder Ejecutivo se centró, en términos generales, en el combate a la corrupción; lo cual también se manifestó en una continuación acrítica del asistencialismo y el desarrollismo en materia de políticas públicas relativas a pueblos indígenas. En definitiva, al menos durante su campaña electoral, no se planteó un viraje en la concepción del Estado ni en los rasgos que han caracterizado su relación con los pueblos indígenas desde la implementación del liberalismo en el siglo XIX. Durante la primera mitad del sexenio en desarrollo, como lo comentaremos a lo largo de este breve documento, al igual que en los sexenios anteriores, las políticas públicas a las que se ha dado prioridad son aquellas que conciben a los indígenas como un sector afectado por el fenómeno de la pobreza estructural, pero sin consideraciones sobre su especificidad cultural. Como resultado de este enfoque, por ejemplo, el desarrollo legislativo sobre el derecho a la consulta permaneció estancado, mientras los grandes proyectos de desarrollo como el Tren Maya han recibido todo el apoyo gubernamental. Consideramos que la administración federal sigue reproduciendo las políticas integracionistas que caracterizaron a los gobiernos anteriores, incluso a lo largo del siglo pasado, por lo que se hace evidente un vacío conceptual en la narrativa reivindicativa de López Obrador. Y seguirá siendo así, en tanto no se emprenda una nueva forma de relacionamiento entre el Estado y los pueblos originarios que esté basada en el respeto a la identidad cultural y los derechos territoriales antes que en el combate a la pobreza. Para desarrollar nuestros argumentos, en primer lugar, destacaremos los elementos que caracterizan el discurso lopezobradorista en relación con los pueblos indígenas analizando, por una parte, algunos episodios de relevancia simbólica; y, por otra parte, los componentes del Programa Nacional de los Pueblos Indígenas 2018-2024. Posteriormente, abordaremos las tensiones generadas en torno al Proyecto del Tren Maya, como ejemplo de la continuidad de la visión desarrollista que caracterizó a los gobiernos anteriores. En tercer lugar, evaluaremos las implicaciones de la creación del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas y su postura frente a algunos reclamos comunitarios. Finalmente, ofrecemos algunos puntos conclusivos sobre nuestras apreciaciones en torno a la situación de los pueblos y comunidades originarias en el marco político de lo que el gobierno actual llama la Cuarta Transformación. Entre el rito y el mito de la Cuarta Transformación La vida política se sostiene no sólo de estrategias y de planes de gobierno, sino de creencias, de ritos y mitos orientados a darle legitimidad a una visión del mundo social o a un proyecto de gobierno concreto. El discurso de la “Cuarta Transformación de la vida pública de México”, promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha implicado un trabajo político y simbólico para garantizar su presencia en el imaginario político de México, independientemente de que sea de apoyo o de

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