Talento IBERO 2021

85 había quedado en algo parecido al silencio, pocas veces experimentado en mis clases. Percibí las miradas fugaces de mis alumnos. En ningún momento dudé de mi juicio, aquella criatura era real y sus ojos, sus ojos de una primigenia imperturbada. Hoy aparecen inasibles en mis pesadillas. Ante la indiferencia de mis alumnos, intenté seguir el ritmo de la clase, pero los escalofríos recorriendo mi espalda por dársela al felino, me impedían hablar con claridad. Pensé en dar alguna excusa para terminar pronto la clase, pero luego me azotó un terrible pensamiento. ¿Qué pasaría si aquel gato, aquel demonio invisible para mis alumnos, reapareciera para seguirme atormentado? ¿sería tan veloz como para darme caza? ¿Debería entonces suspender mi cátedra?, ¿enlistarme en otra universidad?, ¿cambiarme de estado?, ¿aceptar una plaza en algún otro país? ¿Pero entonces qué le hubiera dicho a mi familia?, ¿Qué en la oscuridad de los ojos de un felino sentí una angustia nunca antes sentida? Me habrían tomado por loco. Antes de dar la hora de salida, el gato salió por donde había entrado, con la misma naturalidad y soberbia. Hasta el día de hoy, me persigue el miedo de sus malditos ojos, hacen que vuelva el rostro con miedo de verlo aparecer otra vez en mi vida.

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