Talento IBERO 2021

60 La belleza como forma de vida fue la única pretensión de la Domina gemmata. Por ese hecho se le juzga con excesiva crueldad; pero quede una cosa clara, si la belleza no importara, no se construirían templos a su sola devoción, el mismo templo carecería de estética, de estilo, de armonía. La vida de la Domina gemmata fue un homenaje a la elegancia; se perdió, así como muchas otras jóvenes de encantadora hermosura y mozuelos gratos a la vista, por esas ambiciosas sendas que tienen como fin la vanidad. Ejemplos sobran de esa vanidad ambiciosa, referirnos a uno de ellos sería un gasto de tiempo. Sin embargo, es necesario volver a resaltar la importancia que tiene la belleza para el género humano. ¿Cuántos no envidian lo que la fortuna dio con magnanimidad a unos y escatimó o negó a otros? ¿No maldice la hora de su concepción y a sus progenitores quien carece de un atractivo rostro y de un cuerpo armonioso? Tanta importancia tiene el aspecto en un mundo de apariencias. ¿No pasa la vida en resentimiento aquél o aquella a quien se le negó acceder a tal privilegio?, ¿no maldicen sus formas ante el reflejo? La belleza es, en efecto, un privilegio, al cual se accede o por don natural o a través del dinero (el cual no deja en muchos casos de ser otro regalo de la fortuna). ¿Quién no ha pasado horas ante el espejo admirando el regalo que le hizo la suerte o buscando algún rastro de atractivo en su fisonomía? ¿No se hinchan nuestros espíritus cuando recibimos un halago? ¿Cuántas pasiones no despierta la belleza? La gente que acusa de vanidosa a la Domina gemmata confunden la vanidad como sinónimo de simpleza, lo emparentan con lo vano, con lo vacío; ¿cómo puede llamársele vacía a la búsqueda de la perfección? Lejos está lo vacuo de la vanidad, pues es capaz de moldear vidas y encausar destinos. ¿Puede llamársele vacía a una vida que sigue ese cauce? De ser así, destruyan los museos, altares de la vanidad humana. Destruyan lo que se les haga lo más bello, pues ni importancia ni utilidad tiene en sí, contemplarlo es pura vanidad.

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