Talento IBERO 2021

59 Domina gemmata “Más quisiera vuestros ojos que cuantas joyas me dais. Diéradesme esos zafiros, y los rubíes y perlas de esa boca, que por verlas pudiera con más serviros.” La viuda valenciana, Lope de Vega Resultaría difícil adivinar el tipo de sensaciones congregándose en quienes contemplan el barroco rostro de la Domina gemmata; sensaciones que, por lo demás, no dejaban de situarse entre la fascinación y el horror. Admiración también por las múltiples cirugías a las que se había intencionadamente sometido y, ¿por qué no?, envidia por la obscena cantidad de dinero que le había destinado a su rostro, el cual ahora exhibe desde una vitrina donde ciega y muda imagina los atónitos rostros de su público. Tan inmóvil como cualquier pieza de las que la acompañan en el museo, y aún más viva. Escucha seguido los insultos y bromas de los visitantes, algunas veces llega a escuchar un “vieja loca” en una amplia variedad de idiomas; para la Domina gemmata poca importancia tienen estas muestras de vulgaridad, el vidrio no sólo silencia las injurias, el vidrio entre ella y su público es la prueba tangible de que ha trascendido al género humano; para esos ojos que no ven, una plaga de simios sobre evolucionados. Los trascendió colocándose la misma investidura sacralizada de un Picasso, un Bouguereau, una restaurada estatua de Pigmalión (aún más hermosa que su Galatea es la Domina) y un contemporáneo Carrington. Y que tu solo rostro esté evaluado en millones alimenta la vanidad de cualquiera.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3