Talento IBERO 2021

42 En ese momento oímos la puerta abrirse. Era Amelia, llegaba con las cosas para la comida. —Quédate aquí —susurró— No te muevas. Déjamelo a mí… Algo se me ocurrirá. —Se quitó la sudadera, mojada de las mangas y me la entregó. —Ve a ponerla en mi cuarto y no te muevas de ahí. Bajó las escaleras. En cuanto llegó a la puerta de la cocina le preguntó a Amelia: —¿Y mamá? —Se quedó viendo unas cosas para la fiesta del niño. —Ya. ¡Qué bueno que llegas! Tengo un buen de hambre, ¿qué comeremos hoy? —La patrona tenía ganas de enchiladas suizas, así que eso comeremos… ¿Qué tienes? Te veo muy pálida. —Es que anoche no pude dormir, no logré pegar ojo, por eso mejor me puse a aprovechar el tiempo. —Mi madre sabía de un remedio muy bueno para el insomnio, ora que vaya al pueblo deja le pregunto. ¡Pero niña, qué pinta traes! —No te preocupes por eso. Pero mejor apúrate con la comida, que ya tengo hambre. Y mi mamá no tarda en llegar. —Primero quiero ver cómo anda mi niño. —¿Cómo?

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