Talento IBERO 2021

29 Teresa debía pensar algo rápido, pero sólo podía concentrarse en el miedo palpitante enroscándose en su pecho. Juan abrió la puerta del cuarto y se encontró frente a frente con Federico, quien (como ya se dijo) por las prisas no logró vestirse de forma adecuada, ocurriéndosele en su desesperación desvestirse completamente, quizá esperando suavizar la reprimenda del marido de Teresa cambiándola por algún tipo de pudor ante el desnudo masculino. Juan llamó a gritos a Teresa, exigiéndole explicaciones para el caso del hombre desnudo que ante sí tenía. Y aquí el lector juzgará la astucia de Teresa cuando le respondió: —¿Qué dices? Yo no veo nada. —¡No me quieras ver la cara de estúpido! ¿O es que eres ciega como para no ver a este sinvergüenza? Teresa fingió (con éxito) una mirada llena de curiosidad y asombro, sustituyéndola luego por una mirada que mostraba una honda preocupación por la salud mental de su marido. Volvió la vista para inspeccionar todo el cuarto, y entonces respondió: —En verdad no sé de qué hablas, el que se quiere pasar de listo eres tú. Sólo veo unas cajas tiradas… que no me has querido ayudar a acomodar… el moho en las paredes. ¿Te sientes bien? —¡Deja de jugar conmigo, mujer! Se disponía a jalarla de los cabellos cuando Federico, quien hasta ahora se había mantenido en silencio observando la escena que ante él se desenvolvía y entendiendo las intenciones de Teresa, se expresó de la manera más serena y grandilocuente que encontró.

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