Rúbricas 16

Rúbricas XV Humanidades digitales 49 poderosas corporaciones ligadas a redes como Amazon, Facebook y Google. En el mundo occidental el corporativismo se encuentra más presente en la vida de las personas y sabe más de ellas que las instituciones del Estado encargadas de asegurar la salud, la alimentación o la seguridad de sus habitantes. El sitio web Quantified Self,3 cuyo lema es: “sellf knowledge through numbers”, está diseñado como una herramienta de autoconocimiento para quien ingresa sus datos personales concernientes a sus hábitos, su estado de salud física o emocional, entre otros. Sin embargo, más que proveer de elementos para el conocimiento personal, ejerce un autocontrol que se exhibe al mundo digital. En este aspecto no hay que confundirse, por más que se conozca al usuario al detalle, el Big Data nunca revelará el misterio de la persona que excede a la suma de sus datos; aquí reside la esperanza de que el hombre decida su futuro emancipatorio o se resigne a la dominación total por parte del entramado de algoritmos que conocenmás al sujeto que él mismo. Se apela al libre albedrío y a la consciencia de sí, dimensiones en las que las humanidades tienenmucho que aportar. Trabajos como el presente se suman a la discusión que se pregunta por el hombre ante el estado de la cuestión. A pesar del potencial de las humanidades, las observaciones de Han no son optimistas respecto a la criticidad del individuo. Él apunta a que el poder es inteligente, seductor y agradable, de tal forma que adormece la conciencia del internauta: El poder está precisamente allí donde no es tematizado. Cuanto mayor es el poder, más silenciosamente actúa. […] No se opone a la libertad. Incluso puede hacer uso de ella. […] En supermisividad, incluso en su amabilidad, depone su negatividad y se ofrece como libertad. El sujeto sometido no es siquiera consciente de su sometimiento. El entramado de dominación le queda totalmente oculto. De ahí que se presuma libre (2014ª: 16). Al respecto, Pablo Lazo (2020, s.p.) va más allá. Se refiere a un campo de poder en el que se presenta: Una “naturalidad” inherente en realidad a todo el entorno político-jurídico que compone nuestra mirada cultural liberal, que tiene necesidad de crear un “otro” como enemigo público, cuando en realidad el truco ideológico es no decirlo todo respecto al objeto que está denunciando este “enemigo” público (los asesinatos hechos evidentes por WikiLeaks por parte del ejército norteamericano en las zonas ocupadas, por ejemplo). Byung-Chul Han reflexiona sobre el imperio de la emoción. Aquella que surge del sistema límbico y no pasa sobre la racionalidad; bajo esta premisa se diseñan bienes de consumo con la idea de generar experiencias que satisfagan la emoción positiva que impulsa a la compra. Afirma que “a partir del Big Data es que se construye el psicoprograma individual y colectivo, incluso hasta el inconsciente” (2014a: 21). El poder inteligente, seductor y agradable que ejercen las poderosas corporaciones con injerencia en el mundo digital, fomenta el “me gusta”, con su carga de dopamina que genera la emoción 3 (https://quantifiedself.com/)

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