Rúbricas 11

24 Atención nutriológica Son los alumnos que realizan tanto Prácticas Profesionales como Servicio Social de la Licenciatura en Nutrición y Ciencia de los Alimentos, de la Licenciatura en Psicología y de laMaestría en Nutrición Clínica, supervisados por las responsables del área, quienes proporcionan esta atención basados en el Proceso de Cuidado Nutricio (Lacey y Pritchett, 2003), propuesto por la American Dietetic Association (ADA), que comprende cuatro pasos: 1. Evaluación del estado nutricio. 2. Diagnóstico nutricio. 3. Intervención nutricia y 4. Vigilancia del estado nutricio y evaluación de la intervención (ADA, Parte I y II, 2008). En la Clínica se brinda atención nutriológica individualizada y grupal, tanto en las instalaciones de la Universidad como en las diversas instituciones, organizaciones y comunidades con las que se tiene vinculación. Este proceso implica recabar información en cinco dimensiones: antropométrica, bioquímica, clínica, dietética y del estilo de vida del paciente, con la finalidad de establecer metas a corto, mediano y largo plazos en función de dichas dimensiones, de manera que no sólo se pone atención en la pérdida de peso de los pacientes, de hecho, eso pasa a un segundo plano cuando se evalúan otros parámetros como el porcentaje de grasa, la masa muscular, marcadores bioquímicos, signos y síntomas, información sobre los hábitos de alimentación, como número de comidas al día y aspectos del estilo de vida como actividad física, horas de descanso y de sueño, etcétera. Esta manera de trabajar con los pacientes durante los últimos años, ha hecho que se le “quite peso al peso”, es decir, se ha acompañado y orientado a los pacientes para que su objetivo no esté enfocado en perder peso, sino para que se concentren en aprender, aprehender y aplicar estrategias –adaptadas a cada persona y previamente acordadas con la nutrióloga– que les permitan modificar la manera de comer y adquirir otros hábitos saludables, como por ejemplo: iniciar alguna rutina sencilla de ejercicio u organizar horarios. Lo más importante de este proceso es que resulta posible llevar a cabo, de manera paulatina, cambios pequeños pero permanentes, los cuales, sin duda, se verán reflejados en cambios de la composición corporal, pero en función de la disminución del porcentaje de grasa y no únicamente de la pérdida total de peso, misma que incluso podría implicar una pérdida de masa muscular, lo cual se consideraría un fracaso en el tratamiento. También se obtienen resultados positivos en marcadores bioquímicos como: niveles de colesterol, triglicéridos y glucosa, y algunos indicadores clínicos como: sensación de tener más energía, mejor estado de ánimo, mayor disposición para realizar tareas y bienestar general. Parte complementaria de la atención nutriológica es el trabajo que las alumnas de la Licenciatura en Psicología realizan. Ellas evalúan distintas dimensiones psicológicas de las personas, como: sobreingesta o subingesta de alimentos, antojos, expectativas del tratamiento, racionalización, motivación, creencias, imagen corporal, aislamiento social y alteraciones afectivas. Mediante el análisis de esta información, emiten un diagnóstico y dan recomendaciones a las nutriólogas acerca de cómo abordar a cada paciente, qué metas plantearle y qué tipo de tratamiento nutricio puede servirle más. Uno de los principales logros alcanzados bajo esta modalidad de trabajo es que los pacientes que acuden a solicitar el servicio Se ha acompañado y orientado a los pacientes para que su objetivo no esté enfocado en perder peso, sino para que se concentren en aprender, aprehender y aplicar estrategias que les permitan modificar la manera de comer y adquirir otros hábitos saludables. La Clínica de Nutrición de la Universidad Iberoamericana Puebla como modelo de intervención Fotografía: Robert Couse-Baker

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