Pasos Nueva Época 1

4 ella realicé la reflexión sobremi propia práctica docente a través de la autobiografía. Al hacer este ejercicio, me sentí en un primer momento, confrontada con mis ideas, vivencias, conocimientos, recuerdos, cuestionamientos, interrogándome qué he hecho como docente. En ese momento sentía como si no tuviera mucho qué decir acerca de mí como docente. Pero al confrontar mis ideas, fui hilando el proceso que he seguido para llegar a serla, concluyendo que no lo he realizado sola: familia, amigos, maestros, estudiantes, compañeros de trabajo, que en muchos casos, sin saberlo, han participado en lo que ahorame conforma como docente. Reflexionar sobre la propia práctica docente no es un trabajo fácil, pero ha sido un buen ejercicio para intentar mejorar mi práctica. Realizar esta reflexión, me permitió ver más allá de lo cotidiano y actualizarme para buscar nuevas formas de enseñar. La práctica docente, como afirman Fierro, Fortoul y Rosas (1999:29), “es esencialmente una práctica humana” (p.29). Como docentes somos personas inacabadas llenas de “ideales, motivos, proyectos y circunstancias de vida personal”, que nos determinan. Estas características nos llevan a tomar decisiones que vinculan necesa - riamente la actividad profesional con las actividades cotidianas. Como docentes, como seres humanos, tenemos una historia: un pasado que nos conforma, un presente que vivimos y practicamos y un futuro que soñamos y que podemos construir. “El futuro no se espera, se construye. No es tanto unameta que se alcanza, sino que se construye” (Suárez, 1996: 75). Somos seres históricos que nos construimos con los demás. “Somos sujetos que participamos en la construcción de la historia; somos protagonistas y, por lo tanto, responsables de su devenir. Esto significa que debemos ser conscientes de que todo lo que hagamos contribuye al movimiento de la historia en una u otra dirección” (Jara, O., 1994, en Barnechea, González y Morgan, 1998). A través de mi propia historia, me di cuenta de cómo mi vida personal se ha enlazado con mi quehacer profesional; cómo es que decidí ser docente, ¿fue obra de la casua - lidad?, ¿fue realmente planeado?, ¿qué personas han influido en mi vida personal docente?, ¿qué intereses me han movido para ser docente? Para realizar esta reflexión, retomé las seis dimensiones de Fierro, Fortoul y Rosas (1999): personal, valoral, institucional, inter - personal, didáctica y social. Al construir mi e-portafolio con cada una de estas dimensiones, pude realizar una autoevaluación crítica y propositiva a partir de mi trayectoria como docente. El portafolio electrónico, según Díaz Barriga (2012), puede adoptarse como una estrategia innovadora de formación y evaluación centrada en la mirada sociocontructivista del empleo de la Nuevas Tecnologías y como una evaluación centrada en el desempeño. Hacer el porta - folio electrónico, no es sólo recolectar documentos, más bien es

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