Pasos Nueva Época 1

13 no se limita a la realización de la investigación y su tesis final, sino que da la oportunidad de vivir una experiencia for - mativa que sin duda se encarna en el talante del doctorando y permite definir y afirmar lamirada del investigador. En mi experiencia, el primer seminario cuestionó mi capacidad para permanecer en el doctorado, más aún si consideramos que tenía más de veinte años dando clases de investigación y mi maestría la realicé en investigación educativa; el segundo seminario me dejó serias dudas sobre los tutores integrantes del Comité que, segúnmi apreciación en ese momento, no me entendían; en el tercer seminario me quedó claro confirmar que realizar mi proyecto es lo que quería hacer; en el cuarto seminario logré aclarar que los tutores sí me entendía y que era yo quien no dejaba en claro mis pensamientos y manejo conceptual; en el quinto se - minario, los tutoresmemostraron que teníanmayor claridad de los alcances de mi proyecto que yo mismo, y todo lo que me aportaron posibilitó descubrir aspectos que hasta ese momento no lograba valorar. En el último seminario entendí que así fueran diez o quince seminarios, en todos tendría la oportunidad de obtener elementos que me enriquecerían como persona y como investigador. Por si no fueran suficientes estos cinco seminarios de evaluación, se encuentra el seminario de ajuste, que en otros programas se denomina pre doctoral y que bien podría extender su nombre a seminario de “ajuste de cuentas”. La última oportunidad de escuchar, ahora del jurado, la visión que de mi trabajo se generó, permitiéndome tomarlo como referente para reconocermis verdaderos logros. En resumen, fue un proceso formativo que podría denominar en comunidad ; ejercicio de formación comu - nitaria en donde la evaluación se instala como clave del acompañamiento en la formación de investigadores. No dudo que esta experiencia con la evaluación como factor favorable para la formación profesional pueda trasladarse a otros ámbitos, como por ejemplo a los procesos formativos de docentes en las instituciones de educación superior. Definitivamente, la evaluación debe verse como un derecho, además de una responsabilidad. *Coordinador de lasMaestrías para Formación de Profesores joseguadalupe.sanchez@iberopuebla.mx

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