Gaceta de Literatura IBERO Puebla

12 Primer concurso de calaveritas literarias Ibero 2022 Nadie imaginaba que en Palacio Nacional la Huesuda emprendería un paseo matinal, sólo se le ve de noche cuando todos duermen pero Andrés no despierta, aunque su puerta quemen. La Parca se inclinó y saludó al presidente, y el viejito de Palacio replicó con buen semblante. —Me conoces bien de sobra, oh, querido Andrés, yo en tus mañaneras despierto el interés. —No sé de qué me hablas —contestó el macuspano, y esquivó provocaciones con otros datos en la mano. La Muerte, empecinada, lo tomó por el gallito y el pobre presidente gritó peor que Alito. —Conmigo no se juega —advirtió la Encapuchada— que por ti vendré muy pronto aunque esté la Fuerza Armada. —¡¿Dónde estás, mi buen Jesús?! —exclamó el morenista, y llegó Ramírez Cuevas a concluir con la entrevista. La parca a la IBERO Puebla llegó, con su credencial de egresada la puerta abrió, directo a la caja, un monitor la acompañó, y tomar un turno se le indicó. Toda la Tesorería como gelatina tembló, la Catrina no falló, y su turno con calma esperó, dicen que la huesuda el frío no soportó. Y un cafecito la consoló, sin embargo, la Catrina sentenció, —A pesar del buen servicio —dijo sin titubear— las almas de Tesorería me tengo que llevar. La Flaca contenta estaba, por la Ibero ella pasaba. «Voy a pasar», ella pensó, «unas cuantas almas me llevo hoy». Calaverita a Tesorería IBERO Puebla Segundo lugar Calaverita a SMB Tercer lugar Calaverita a Yasabesquién Primer lugar Roberto Pichardo Ramírez Ángel Mantilla Vásquez Esmeralda Hernández Alfaro 13 Caminando por los pasillos llegó a un lugar muy concurrido cuando la vista ella levantó Servicio Médico leyó. Un doctor me llevaré o una enfermera, también puede ser voy a pasar, me sentaré mientras decido con quien cargaré. La muerte sentada estaba en el Servicio Médico esperaba a alguien se quería llevar ¿quién se irá a petatear? Pobre Calaca, que no contaba que los INTERSUJ ya casi comenzaban y muchos pacientes había que atender pobre Flaquita no sabe qué hacer. Los doctores entrando y saliendo a los pacientes iban atendiendo las enfermeras ya no podían seguimientos COVID miles tenían. La Parquita se levantó a la enfermera le comentó: —Señorita, quiero pasar alguien los tenis va a colgar. —Espere su turno —le contestó— un mal día usted escogió de morirse no hay tiempo hoy. Es lunes, ¿no lo notó? Esa Huesuda se retorció nada más del coraje que le dio nuevamente su silla tomó mientras, le dieron un paracetamol. Dieron las cuatro, y los doctores tenían consultas y reuniones las enfermeras en curaciones atendían muchos raspones. Las ocho dieron, ay, pobre Parca ya le dio dolor de panza le tomaron su presión la enfermera de pronto gritó: — Un suero hay que ponerle porque, si no, chupa faros la muerte. Los doctores pronto ayudaron a la Calaquita al hospital mandaron. Una hora internada estuvo saliendo arregló un asunto a los del Servicio Médico de su lista borró con tanto trabajo no irán al panteón Trabajando seguirán atendiendo a la comunidad en muchos años ya tendrán tiempo suficiente para descansar.

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