La 4T bajo la lupa

— 124 — cipio sólo podemos comparar 2018 y 2020 nos hemos permitido hacer una gráfica con los resultados integrado de ambas series. Esto lo hacemos porque el punto de partida de la nueva serie, 2018-2020, es muy similar al punto final de la serie 2008-2018. La serie 2008-2018 termina con una pobreza de 41.9%, exactamente la misma con la que inicia la nueva serie 2018-2020. En cuanto a pobreza extrema la serie original termina con 7.4% y la nueva inicia con 7%. Asimismo, lo hacemos con la finalidad de mostrar claramente el efecto crisis en la evolución de la pobreza; usamos para 2018 y 2020 los datos de la nueva serie, que en el caso de la pobreza extrema permiten ver un mayor incremento (gráfico 2). Al observar el gráfico es evidente la estabilidad de la magnitud porcentual de la pobreza del 2008 a la actualidad. En otros ejercicios con datos del 1994 a la fecha es posible identificar el mismo comportamiento (Calderón 2016). De 2008 a 2010 es claro un incremento en la pobreza asociado con la crisis de esos años, la posterior estabilidad económica permitió una reducción muy lenta y pequeña de la pobreza, de 2008 a 2018 sólo habría retrocedido 5.5%, aunque básicamente esta reducción se refleja entre 2014 y 2016. La encuesta de este último año ha sido muy criticada por inflar a partir de un cambio en el trabajo de campo los ingresos de la población más pobre, tan es así que es parte de la razón del reinicio de la serie de Coneval. Aun dando por buenos los resultados es clara la tendencia que hemos mencionado. En cuanto la pobreza extrema la reducción es mucho más significativa, lo que refuerza la idea de que el impacto principal de los últimos años estuvo más en la reducción de la intensidad que en la reducción de magnitud. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Coneval 2021.

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