Talento IBERO 2021

46 —¿Qué insinúas?, ¿que mis hijos tienen algo que ver con la lamentable condición de tu bebé? ¡Eso es una calumnia! ¿Es eso lo que intentas hacer, culpar a unos pobres niños de un acto tan horrendo? —¡Pero señora, yo no insinué nada!… —¡Cómo te atreves! Después de todo lo que mi marido y yo hemos hecho por ti. —Señora, yo no… ¡Mi Nathanael! —Así nos pagas, ¿eh? ¿Crees justo calumniar a los hijos de tus patrones? Cómo te atreves. —Yo nomás dije que… —¡Son niños, Amelia! ¡Niños! Estoy segura que ellos no tuvieron nada que ver. Pensar otra cosa sería monstruoso de tu parte. La inocencia es su antonomasia. “Automasia”, qué chistosa palabra. Debe de significar algo malo porque mamá estaba muy enojada, enojadísima, nunca la había visto gritar así. Amelia sollozaba desconsoladamente, parecía convulsionarse mientras se aferraba al cuerpecito de su hijo. —Ya no llores, sabes que me rompe el corazón verte llorar. Ya, Amelia, no llores, no se te entiende nada. —¡Señora, mire cómo está mi niñito! —Lamento mucho tu perdida. En verdad. Mira, tú me conoces bien, sabes lo buena cristiana que soy, por esta vez, dadas las condiciones, voy a dejar pasar la acusación que hiciste a mis hijos… Como madre, entiendo lo terrible de tu situación, y por eso quiero ayudarte. Algo tenemos que hacer.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3