39 con su cara curiosita. Mamá se enoja cuando dice esas cosas, por eso las dice cuando ni ella ni Amelia están cerca, que es cuando ando solito con Nathanael jugando a los coches. … Amelia y mamá se la pasaron discutiendo toda la tarde. Amelia lloraba y lloraba. No supe bien lo que decían porque me mandaron a mi cuarto. Todo comenzó porque le pegué por accidente a Nathanael en el pecho. No lo hice a propósito, había una hormiguita trepando por su babero y, queriendo matarla, agarré uno de mis carritos con los que jugábamos y lo estampé contra su cuerpecito. Según yo no le di fuerte, nomás lo suficiente para matarla, pero creo que se espantó o algo, porque empezó un berrinche con todas sus fuerzas. Mamá y Amelia habían salido a comprar cosas para la comida y ver algunas cosas de mi fiesta; Amelia quería llevarse a su bebé, pero mamá le dijo que sólo le iba a estorbar, que lo dejara, aquí se lo cuidaríamos. Pusieron a Laura a cargo. Entró gritando enojada al cuarto de Amelia, que era donde estábamos. —¡Qué le ocurre a ese niño! Yo le expliqué que había una hormiguita trepando sobre su babero y de cómo quise matarla. Ella se enojó aún más y me culpó del escándalo, salió furiosa del cuarto ordenándome que lo callara. Pasaron los minutos y Nathanael no dejaba de gritar. Laura volvió a entrar. —¡Me tiene harta el pinche escuincle! ¡Harta! Ella lo tomó de su silla y lo alzó sobre su cabeza. Yo pensé que lo mecería como solía hacer Amelia cuando lloraba. En vez de eso, lo sacudió con todas sus fuerzas diciéndole que parara.
RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3