Gaceta de Literatura IBERO Puebla

A Pablo Neruda, entre muchos bienes y unos cuantos males, le debemos también, el verso alejandrino más polémico de nuestros tiempos: «Me gustas cuando callas porque estás como ausente». Como lector hedonista me importa muy poco, tal vez nada, la calidad moral de un autor, de la misma manera que en todo caso idolatro aquellas esculturas verbales y no el polvo y la tierra que las escupieron por azar, inspiración o delirio. Probablemente esta cualidad sea una desventaja en una generación que cada día se inclina más ante las teatralidades puritanas con mayor pasión que ayer, regalándome a su vez, un par de aciertos como esperar a leer el verso «Déjame que me calle con el silencio tuyo» del poema decimoquinto de los Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924), antes de ser redundante y escribir en una pancarta: «Neruda, cállate tú». Aftersun es una película en la que parece no suceder nada, pero logró tocar cada uno de mis nervios, dejarme los pelos de punta y hacerme llorar como nunca ninguna película lo había hecho. Llorar hasta vaciarme, llorar hasta sentir un vacío más o menos parecido al de Calum. La película es un recuerdo, es lo que deja de ser, es la oportunidad de ver lo que ya no está. Es no ceder al abandono de lo que ya pasó. La memoria de Sophie y el recuerdo de la ausencia de su padre se reconstruye de la misma forma que se fue: a pedazos. No sé qué es más desgarrador, si las escenas de su complicidad, seguidas de la distancia infinita de alguien que sabe que no va a llegar a los cuarenta, o una mujer que se queda siendo la niña, viendo el mismo video en busca de entendimiento y volver a vivir un abrazo de memoria eterna. Si lo que deja de ser tuviera forma sería la del baile y las luces en la disco, donde ya no se ve bien, pero también sería la de una cámara que se cierra para terminar con la vida a sabiendas de ello. Da esas ganas de correr al mar, de quedarse inmóvil al filo de un precipicio. Ojalá no sentir nunca lo que sintió el padre; lo que sintió Sophie, ojalá tenerlo presente siempre. Mauricio Escobar Liceras mauricio.escobar@iberopuebla.mx Aina Canales Haces Cerviño aina.canaleshaces@iberopuebla.mx

RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3