La 4T bajo la lupa

— 104 — • Proyecto Integral Morelos (PIM). El proyecto consiste en la construcción de dos centrales termoeléctricas en la comunidad de Huexca, Morelos, un gasoducto de 150 kilómetros que atravesaría Tlaxcala, Puebla y Morelos, la instalación de una línea eléctrica de 20 kilómetros a la subestación de Yautepec, un acueducto desde Cuautla, con una longitud de 10 kilómetros. Aun y cuando es una obra que se planeó en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa y que la inició Enrique Peña Nieto, el gobierno de la 4T la reactivó después de estar suspendida por lamovilización de las comunidades afectadas por medio de una consulta que se llevó a cabo en febrero de 2019, pocos días después del asesinato del opositor, comunicador y líder Samir Flores. En el mismo sentido y en el marco de la definición con carácter de estratégico del rescate del sector energético, específicamente de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se propuso la rehabilitación y construcción de refinerías, esto último en el puerto de Dos Bocas, Tabasco, con la intención de reforzar la seguridad energética del país para posicionarlo como autosuficiente en la materia debido a la disminución de la importación de gasolina y diésel a partir de la producción nacional. Con esto se destaca que el discurso del actual presidente de México, una y otra vez denunció la distribución injusta de la riqueza; la profunda desigualdad; el poco efectivo papel del Estado para resguardar los derechos de la población frente a los grandes capitales o al mercado; la consideración de la productividad y competitividad como fin último, pero nunca cuestionó la visión de desarrollo convencional, de hecho considera que éste puede ser viable, en tanto se forje “desde abajo… que el desarrollo no tiene por qué ser contrario a la justicia social” (AMLO, 2019: 8). Implementación cuestionada de los megaproyectos de la 4T Para este gobierno las actividades extractivistas bajo forma de megaproyectos son una opción bajo dos premisas: que sean fundamentales para su estrategia de desarrollo actual y que permitan la distribución de la riqueza a través de un creciente gasto social. En consonancia, impulsa la mayor extracción de hidrocarburos, el refinamiento del petróleo, así como la construcción de infraestructura para acelerar la movilidad de mercancías, materias primas y personas. Este gobierno no ha cuestionado los estilos de desarrollo, ni los medios para alcanzarlo. Mantiene los megaproyectos como preponderantes, profundizándolos para aquellas actividades que refuerzan la seguridad y soberanía nacional. Para su viabilidad reposiciona el papel del Estado, fortalece a las empresas prioritarias para el sector energético y busca revertir marcos legales que permitían la privatización de recursos naturales estratégicos. Se destacan dos dimensiones de observación y reflexión de los megaproyectos propuestos por este gobierno:

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