Testimonios 2022-2023

• 38 Somos conscientes de la complejidad y las dificultades que entraña nuestro servicio educativo en un momento como el actual, marcado por el desencanto, la incertidumbre y la crispación. Hoy, mirar hacia el futuro atemoriza; así lo reflejan las producciones de la cultura de masas que prefiguran visiones del futuro de tono apocalíptico que contribuyen a profundizar un sentimiento de precariedad y fatalismo entre la sociedad. Dichas narrativas están arraigadas en la creencia dominante —a la que Mark Fisher dio el nombre de “realismo capitalista”— de que, el vigente, es el único modo viable de organización de nuestra vida y convivencia; convicción que nubla la percepción de amplias zonas la realidad y empobrece nuestra capacidad de imaginar futuros distintos y mejores que aquellos a los que nos predisponen los automatismos instalados en el statu quo. Por eso, y para cambiar las inercias actuales, una de las contribuciones fundamentales de las instituciones educativas en nuestro momento histórico es —parafraseando al intelectual indio Ziauddin Sardar— “dar rienda suelta a un amplio espectro de imaginaciones a partir de la rica diversidad de culturas humanas y múltiples formas de imaginar alternativas a las formas convencionales y ortodoxas de ser y hacer”. Enseguida compartimos con ustedes un conjunto de testimonios que hablan de nuestra constante convicción de tomar distancia de los determinismos en boga y abrirnos a la imaginación y a la colaboración con otras y otros como el modo privilegiado de potenciar nuevos estímulos que produzcan nuevas agencias. III. Colaboración para la incidencia

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