Derechos Humanos / Anuario 2020

DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2020 165 maestros a la trasformación social. Determina que los planes y programas de estudio tendrán perspectiva de género y una orientación integral. Y describe el criterio que orientará la educación como democrático, favorecedor de la convivencia humana, inclusivo, intercultural, integral, además de estar basado en la ciencia y buscar la excelencia. Dados estos cambios, se esperan aún más en la legislación educativa durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que sean congruentes con el respeto y la promoción de los derechos humanos. En la Ley General de Educación actual se establece que uno de los fines de la educación es: Promover el valor de la justicia, de la observancia de la Ley y de la igualdad de los individuos ante ésta, propiciar la cultura de la legalidad, de la inclusión y la no discriminación, de la paz y la no violencia en cualquier tipo de sus manifestaciones, así como el conocimiento de los Derechos Humanos y el respeto a los mismos; fomentar la valoración de la diversidad y la cultura de inclusión como condiciones para el enriquecimiento social y cultural […] (Ley General de Educación, 2018, art. 7, fracc. VI y VI bis). De igual manera y reconociendo lo planteado en la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, publicada en 2014 y reformada en 2018, en sus artículos 57 y 58, considera que la educación debe contribuir al conocimiento de los propios derechos y debe estar basada en un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva. Y también que debe fomentar la convivencia escolar armónica, el debate, la resolución pacífica de conflictos, el respeto al medio ambiente, propiciar la cultura de la legalidad, de la paz y la no violencia y difundir los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes. Como puede notarse, la Educación en Derechos Humanos en nuestro país es ampliamente reconocida y alentada en los documentos y políticas de carácter educativo; no obstante, presenta algunos desafíos para volverse una práctica educativa habitual y generalizada. En su análisis sobre los avances de la Educación en Derechos Humanos en Latinoamérica entre 2000 y 2013, el Instituto Interamericano de Derechos Humanos reconoce progresos en la región en cuanto a los siguientes aspectos: en la ratificación de instrumentos internacionales de derechos humanos y su incorporación en los documentos nacionales; en la planificación educativa nacional; en la incorporación de conocimientos específicos y las perspectivas transversales de género, derechos sociales, diversidad y participación de la sociedad civil en el currículo oficial y en los libros de texto; en las estrategias pedagógicas movilizadoras de la participación que incorporan valores, actitudes y capacidades a favor de los derechos humanos y en las políticas públicas sobre convivencia, seguridad y prevención de la violencia escolar. Pero señala que no se nota un avance significativo en cuanto a la formación de docentes. De hecho, en la reseña del Segundo En-

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