Pasos Nueva Época 14

02 criteri s desarrolle la competencia estudiada, pues es la que les permite percibir de manera general los atributos que un docente de Servicio Social ha desarrollado. Por otro lado, en el apartado de Serendipias , contamos con la participación del maestro Víctor Vásquez Ibáñez, alumno del Doctorado Interinstitucional en Educación, quien nos expone, desde su experiencia como alumno del doctorado, cómo ve reflejada la competencia de compromiso y ética en sus profesores, tutores y asesores antes y después de la pandemia. El académico plantea en su texto, de manera general, la situación actual que vive el sector educativo tras la pandemia ocasionada por la Covid-19, y de modo muy particular, cómo esta situación ha favorecido el compromiso y cuidado ético que los docentes del doctorado han tenido con sus alumnos. Esto lo da a conocer desde una valoración más personal que de una evaluación formal a dicha competencia, demostrando que la situación pandémica no ha sido obstáculo para desarrollar la competencia en cuestión, sino que, por el contrario, ha sido motivo de reconocimiento. En la última sección, Los números de la evaluación , el maestro Julio Alberto Neve Brito, académico de asignatura en los departamentos de Ingenierías y Humanidades, nos comparte un análisis sobre el conocimiento que tienen los docentes de la competencia y de su evaluación. Los datos son obtenidos de una encuesta (instrumento con indicadores cualitativos y cuantitativos) realizada a académicos de diversas áreas de la Universidad, en donde se les preguntó sobre la definición de la competencia, sus atributos, su evaluación en esta y en otras instituciones, por mencionar algunos reactivos. Conclu- yendo que, no obstante que los profesores conocen en términos generales las competencias éticas , es necesario profundizar más en ellas. Por lo que cierra su texto con cuestionamientos que dan pie a nuevos análisis e invita a los académicos a enterarse de la competencia en cuestión y que les es evaluada en su desempeño docente. Finalmente, deseamos que nuestros lectores encuentren en este número de Pasos aportaciones a sus prácticas educativas y, sobre todo, perciban que el compromiso y la ética de un docente en un salón de clases es más que una competencia; es, en la óptica de los alumnos y de la Universidad, un aspecto que debe llevar implícito en su práctica el docente de esta institución.

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