42 primavera verano 2015 supera los diez millones de animales. Respecto a los domésticos, hay aproximadamente 5 millones de alpacas, de las cuales el 90% vive en Perú; cuatro millones de llamas, de las cuales el 60% vive en Bolivia; 450 mil vicuñas con más del 50% en Perú y aproximadamente un millón de guanacos, con el 90% habitando la Argentina. En este trabajo me referiré con más detalle a los camélidos presentes en el altiplano o Puna del noroeste argentino, a saber: vicuñas y llamas. Los camélidos están entrañablemente asociados a los modos tradicionales de vida en los Andes y han sido recursos claves desde el poblamiento de América en ecosistemas que, en la actualidad, no son especialmente propicios, caracterizándose por el clima frío, seco, con inviernos ventosos y precipitaciones pluviales muy escasas y estacionales. La vegetación es de estepas o pastizales con gran porcentaje de suelo desnudo, pedregoso, pudiendo ser salinos. En los ambientes altiplánicos o puneños se suma a la aridez, la altitud a más de 3 500 metros con heladas todo el año y con gran amplitud térmica. Desde la llegada de los primeros pobladores humanos, hace 12 mil años, los camélidos significaron un gran recurso de subsistencia. Presas de cazadores recolectores, guanacos y vicuñas fueron claves en la ocupación humana del paisaje andino y su rol central se advierte claramente desde el registro arqueológico (Yacobaccio, 2009). Hace aproximadamente 5 000 años, en diversas zonas andinas, los pueblos originarios domesticaron estos camélidos silvestres dando origen a llamas y alpacas (Wheeler 1991, Yacobaccio y Vilá, 2002, 2013). Todos las investigaciones sobre el origen de estas especies domésticas coinciden en que los guanacos son los antecesores de las llamas, mientras que el origen de las alpacas genera más controversias, ya que éstas muestran perfiles genéticos de vicuñas, pero también de la línea guanaco-llama (Marin et al., 2006). La creación de estas especies domésticas, muestra con nitidez el rol de “gentes de los ecosistemas” (Boege Schmidt, 2008) de los pueblos indígenas andinos, donde una práctica cultural de largo plazo (mil años de cambio a la domesticidad) generó especies nuevas en un ambiente de condiciones extremas. En términos de recursos económicos, el pastoreo de alpacas y llaFIGURA 1: Fenotipo y distribución original de los camélidos sudamericanos. FIGURA 2:Alero Aiquina (río Loa,Chile),Estilo Confluencia,2500 AP
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