31 Nicolás Cuvi Doctor en Historia de las Ciencias por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es profesor investifador en el Departamento de Desarrrollo,Ambiente y Territorio de flacso, sede Ecuador. ncuvi@flacso.edu.ec Hace tres años comencé a investigar la historia y la situación actual de la biodiversidad en el centro histórico de Quito,1 desde la historia ambiental urbana y la ecología urbana. Había comenzado esa investigación motivado por una convocatoria del Instituto Metropolitano de Patrimonio (imp), la cual invitaba a repensar lo enfatizado y olvidado en relación con la declaración de Quito como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la unesco en 1978 (imp, 2013). Llamó mi atención que en dicha convocatoria nada se decía sobre lo ambiental o la naturaleza; se entendía el patrimonio material e inmaterial solamente como edificaciones, historias y cultura. Por ello, como una provocación, propuse investigar la biodiversidad del centro histórico de Quito, argumentando que era importante reconocer y apreciar la naturaleza asociada con ese espacio patrimonial para integrarla en la planificación y gestión, mejorar la calidad de vida de los habitantes del centro, dar valor agregado al producto turístico y promover la resiliencia urbana. 1 El centro histórico de Quito y alrededores comprende 376 hectáreas de protección edificada y 230 hectáreas de superficie de protección natural (Dirección Metropolitana de Planificación Territorial, 2006, citado en: flacso Ecuador y pnuma, 2011: 150). Este territorio incluye el núcleo urbano colonial y sus áreas verdes circundantes. LAS CIUDADES COMO PATRIMONIOS BIOCULTURALES Fotografía: John Solaro
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