Rúbricas 8

7 PRESENTACIÓN Reformas estructurales Sin lugar a dudas nuestro país se encuentra sumido en una crisis profunda. Luego de la aprobación en lo general del paquete de reformas constitucionales impulsadas por el Partido Revolucionario Institucional, hoy podemos afirmar que éstas significan mucho más que modificaciones parciales pues implican un cambio en el modelo de nación. Tan es así que han dejado tras su paso un saldo de pugnas, escándalos, descontento social y protesta ciudadana, quedando en evidencia el verdadero interés: la lucha por el reparto del poder. Pareciera que los principales problemas del país como la violencia exacerbada, la pobreza extrema, la injusticia e inequidad, la sistemática violación a los derechos humanos, entre otros, nos gritan que el actual gobierno federal ha sido deficitario en gobernabilidad, democracia y justicia. La corrupción en todos sus niveles que envenena estructuras, instituciones y procesos, al igual que la opacidad y la impunidad, siguen caracterizando esto que muchos han denominado Estado fallido. Lejos de impulsar las reformas constitucionales que tanto necesitaba nuestro país a través de procesos transparentes, participativos y democráticos, se han aprobado leyes secundarias a la vieja usanza, es decir, mediante el uso de la mayoría legislativa y a través de prebendas, negociaciones oscuras y pactos dudosos basados en la visión del gobierno como un lugar al que se llega para repartirse el botín. Así pues, hoy tenemos un paquete de reformas que por sí solas no han logrado –ni lograrán– resolver de raíz los problemas estructurales que siguen reproduciéndose generación tras generación; pues no consiguen destrabar los intereses de los poderes fácticos ni los privilegios partidistas y económicos de la clase política y los grandes inversionistas de capital privado y extranjero, que ven en nuestro país un jugoso negocio. Así, los augurios de un cambio positivo para los mexicanos, se ven todavía a distancia. Por todo lo anterior, como Institución Jesuita no podemos quedarnos al margen de lo que sucede en nuestro contexto histórico, ni mantenernos como simples espectadores del drama que hoy vive nuestro país. Justo esta participación comprometida fue la que realizó Ignacio Ellacuria al afirmar que “el sentido último de la universidad y lo que es en su realidad total debe mensurarse desde el criterio de su incidencia en la realidad histórica, en la que se da y a la que sirve”. Por tanto, nuestras instituciones están llamadas a vivir dentro de una realidad social concreta y a iluminarla con la inteligencia universitaria, empleando todo el peso, experiencia y saber académico para transformarla. Así pues, quien fuera Prepósito General de la Compañía de Jesús, el P. H. Kolvenbach, señala que “para responder a este mundo que se va quedando pequeño rápidamente, nosotros hemos puesto la mira en educar para una ciudadanía responsable en la ciudad del mundo”. Por ello, este número de la serie Rúbricas que presentamos, ha tenido como propósito ofrecer un análisis sobre las reformas estructurales, dando palabra tanto a especialistas como a actores sociales, para un abordaje desde varias ópticas que permita aproximarnos a los posibles efectos que algunas de estas reformas tendrán para el país y específicamente, para el sector social de la economía. Cabe señalar que este número fue coordinado por Leïla Oulhaj del Centro Internacional de Investigación de la Economía Social y Solidaria (ciiess) de la Universidad Iberoamericana, por Josefina María Cendejas, de la Facultad de Economía de la Universidad Michoacana y por Juan José Rojas Herrera, del Departamento de Sociología Rural de la Universidad Autónoma Chapingo. De este modo, en el primer texto la propia Leïla Oulhaj parte de dos preguntas: ¿Qué son las reformas estructurales constitucionales aprobadas por el gobierno actual y qué se busca a través de estas reformas? Para dar respuesta a ellas, realizó una serie de entrevistas a los principales actores de la economía social y solidaria en México.

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