Rúbricas 8

71 La reforma del Estado tiene que nacer en la sociedad y volver a la sociedad Este es nuestro principal desafío. ¿Cómo lograrlo? Indudablemente hay que ir más allá de la democracia formal, representativa, y avanzar hacia el ejercicio de una democracia participativa y sustantiva. Estamos por un Estado Social de Derecho, por la Defensa del Estado de Derecho Laico. Esto supone considerar plenamente la diversidad, la pluriculturalidad, y garantizar el derecho a la no discriminación por diferencias en razón de sexo, raza, religión, preferencia sexual, capacidad, ingresos, etcétera. Deben garantizarse espacios y mecanismos permanentes para la participación ciudadana en las decisiones públicas. Propiciando, al menos: » » Relaciones de horizontalidad entre los actores que creen las condiciones para la construcción colectiva de consensos y mecanismos que favorezcan la participación ciudadana en la toma de decisiones en la gestión pública » » Procesos de articulación de voluntades para impulsar estrategias conjuntas de fomento a la participación ciudadana en las orientaciones y estrategias macro, meso y micro para el desarrollo de nuestro país » » La multiplicación de experiencias de planificación participativa y de gestión pública, multiactorales, intersectoriales, inter y multidisciplinarias y pluripartidarias que den respuestas más efectivas a los problemas tan complejos que enfrentamos por la falta de proyectos de desarrollo equitativos y sustentables » » El impulso a la puesta en marcha de algunos procesos concretos de gestión asociada, que sirvan como espacios de aprendizaje de nuevas prácticas democráticas a diversos actores y actoras » » La confluencia y potenciamiento de saberes y prácticas diversas que contribuyan a lograr los cambios culturales necesarios para frenar las tendencias actuales hacia una mayor fragmentación y exclusión social » » Estrategias que posibiliten el aprovechamiento y la canalización de energías sociales hacia logros estratégicos como, por ejemplo, el fortalecimiento de los tejidos sociales, los procesos de identidad colectiva y de diversidad regional, y la cogestión para el desarrollo. Reflexión final Considero que tiene que construirse un proyecto de nación desde y con la diversidad de rostros y voces del país. La aspiración es lograr lo más pronto posible una reforma integral, no sólo normativa y legal, sino que se inscriba en una nueva cultura democrática, una nueva forma de ejercer el poder público, desde y con la ciudadanía. Las reformas estructurales aprobadas en los últimos meses en el país son parte del proceso de ajuste estructural iniciado en los años ochenta; es preciso comprenderlo en su justa dimensión para contrarrestarlo, y mantener con toda nuestra energía la construcción de alternativas y de esperanzas. Bibliografía Coraggio, José Luis, (2009). “Los caminos de la economía social y solidaria”. Quito, Ecuador: Iconos. Revista de Ciencias Sociales, núm. 33. Ecuador: flacso. _______ (2007). Economía social, acción pública y política. (Hay vida después del neoliberalismo). Buenos Aires, Argentina: Editorial ciccus. _______ (2004). La gente o el capital. Desarrollo local y economía del trabajo. Ecuador: ciudad, Instituto Fronesis, eed, ildis, Abya-Ayala. Buenos Aires, Argentina: Espacio Editorial. Gonzáles Butrón, María Arcelia (2010). Ética de la Economía. Reflexiones y propuestas de Otra Economía desde América Latina. México: cialc de la Universidad Nacional Autónoma de México y Facultad de Economía “Vasco de Quiroga”, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Hinkelammert, Franz J. y Henry Mora Jiménez (2013). Hacia una economía para la vida. Costa Rica: Editorial de la Universidad Nacional de Costa Rica y México: Facultad de Economía “Vasco de Quiroga” de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Razeto M., Luis (1993). De la economía popular a la economía de solidaridad, en un proyecto de desarrollo alternativo. Colección “Diálogos y Autocrítica”, núm. 34, México: imdosoc.

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