Rúbricas 8

66 Primavera 2015 Los primeros efectos de la Ley Al día siguiente de la entrada en vigor de la lftr, el 14 de agosto, comenzamos a ver sus efectos, y nos dan la razón a quienes acusamos de sus inconsistencias y dedicatorias. En un comunicado a sus inversionistas Televisa anunció la compra del 100% del capital social de Grupo Cable TV, operadora de Cablecom, por 8 mil 850 millones de pesos, con lo cual ahora controla el 63% de la televisión de paga nacional, sin que por esto sea determinado como preponderante y, por lo tanto, sin que le imponga una regulación asimétrica para que no tenga prácticas monopólicas. Esto gracias a la ficción aprobada por los legisladores de que la preponderancia sea por sector y no por servicios, y por el artículo noveno transitorio, según el cual, “en tanto exista un agente económico preponderante en los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión, las concentraciones entre agentes económicos no requerirán de autorización del Instituto Federal de Telecomunicaciones”. Este regalo a Televisa, y a otras empresas poderosas, le dio la pauta para que al día siguiente de la entrada en vigor de la ley se pueda ir de shopping y se concentre mucho más el mercado realmente convergente, pues en la tv restringida es donde se puede dar el triple o cuádruple play. Televisa concentra ahora el 76% de la televisión satelital, el 53% de la televisión de cable, el 63% del total de la televisión de paga y concentra 9.5 millones de los 15.1 millones de clientes de televisión de paga, y no puede ser declarado preponderante. El Congreso pasmado y el resto de los poderes autónomos optaron por subsumirse al más viejo estilo del “sí, señor presidente”, por acción o por omisión.

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