55 Luis Miguel Martínez Cervantes, Departamento de Ingeniería, xhuia-fm, investigador asociado Cátedra unesco de Telecomunicaciones y Sociedad, Universidad Iberoamericana Ciudad de México. El 13 de agosto de 2014 entró en vigor, en México, la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (lftr), la cual contempla diversas disposiciones que afectan a la radiodifusión terrestre bajo la figura de concesión de uso social para el aprovechamiento no lucrativo de las bandas de fm y am. La legislación anterior, la Ley de Radio y Televisión (lrt, 1960 y modificaciones), no hacía mención específica a este tipo de radiodifusión, salvo por el impacto social. Diversos foros en el país han hecho notar que la nueva legislación podría poner en desventaja a las concesiones de uso social respecto a sus símiles gubernamentales, las concesiones de uso público, y las concesiones de uso comercial. En este artículo se hace un análisis de las oportunidades que brinda la nueva ley, así como el estado actual de la radio comunitaria en el país. Introducción A partir de 2011, cada año se celebra el Día Internacional de la Radio. En la celebración de 2013, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, hizo notar que la importancia de la radio está en su potencial como tecnología para el cambio, así como en ser un canal que puede llegar a salvar vidas. “La radio entretiene, educa e informa. Promueve la expresión democrática e influye en las ideas” (Ki-moon, 2013). De igual forma, el secretario general de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, Hamadoun I. Touré, enfatizó en el papel de la radiocomunicación en “hacer un mundo mejor y salvar vidas” (Toure, 2012). De todas las tecnologías de información y comunicación existentes y en uso, la radio presenta una mejor relación costo/beneficio, entendiendo por éste el alcance potencial a personas por unidad territorial. Si bien la tecnología de la radiocomunicación apenas cuenta con 120 años de antigüedad, e incluso para muchos ya es obsoleta, aún existen lugares en el mundo donde el único medio masivo de comunicación es la radio. Particularmente, las estaciones en am (amplitud modulada), cuyo alcance es mayor por las características técnicas de la propagación electromagnética, han permitido a muchas personas acceder a contenidos que estarían fuera de su alcance por razones geográficas y políticas. Destaca la labor de las radiodifusoras de alta potencia y largo alcance como las de la bbc (British Broadcasting Corporation) del Reino Unido. Sin embargo, el costo de una estación de esas características, la pone fuera del alcance de los sectores menos favorecidos de la sociedad. De esa forma, en los últimos años hemos visto un auge de la llamada radio comunitaria, como se ha denominado a las estaciones de radio no lucrativas, de baja escala y que buscan impactar positivamente en las comunidades que sirven. Una estación de radio comunitaria es aquella estación radiodifusora que es operada en una comunidad, para la comunidad y por la comunidad (Tabing, 2002). La comunidad puede ser territorial o geográfica, al igual que un grupo de personas con los mismos intereses. Para Tabing (ídem.), el elemento distintivo de la radio comunitaria es el alto nivel de participación, tanto en la administración como en la producción de programas. De esta forma, los recursos surgen en su mayoría de la comunidad. Para la unesco (2005), la radio comunitaria es un medio que “da voz a los que no la tienen y sirve de boca a los marginados y es el corazón de la comunicación y los procesos democráticos en las sociedades”. Calleja et al. (2005) indican que “las radios comunitarias y ciudadanas son espacios de recomposición del tejido social, son lugares de representación de diferentes identidades culturales y de construcción de la democracia, pues ejercer ciudadanía es dejar de ser neutrales”. En Estados Unidos, el servicio de fm de baja potencia (lpfm) fue creado por la Comisión Federal de las Comunicaciones (fcc) en enero de 2000; estas estaciones radiodifusoras están autorizadas para un servicio no comercial educacional con una potencia efectiva radiada menor o igual a 100W con una altura máxima de antena de 30 m. En contraste, en la lftr no existen limitaciones técnicas. Sin embargo, un análisis de la infraestructura de radiodifusión en fm en México, nos muestra que el 11.5% de las estaciones permisionadas (ahora concesionarias de uso público/social) podría caer bajo la definición de la fcc al hacer de lado la restricción de baja potencia.
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