Rúbricas 17

Rúbricas XVII Colaboración fragmentada: la generación de la inmediatez 92 93 Rúbricas XVII Retos y perspectiva de la Educación Media Superior en Universidades Jesuítas La cultura se encuentra en constante movimiento, no es un fenómeno estático. Su dinámica muestra la necesidad del cambio ante las circunstancias del contexto en que se desenvuelve. Resulta prioritario analizar y desarrollar el presente artículo desde una visión cultural considerando que: “La cultura es un fenómeno de significación y de comunicación que dentro de la humanidad y la sociedad existen solamente cuando se establecen relaciones de significación y procesos de comunicación” (Eco, 1998). De acuerdo con Geertz (1987), la cultura posee dos dimensiones dialécticas: la primera es la dimensión de la tradición, de lo que ya está y se identifica y reproduce de generación en generación; es el caso de la propuesta como formación en el ámbito educativo en la media superior; la segunda dimensión es la innovación que se construye todos los días adquiriendo nuevos elementos, puesto que está sometida a leyes de tiempo y de movimiento. Por esto la cultura se ha ido modificando a lo largo de los años, y este factor es sumamente importante para plantear el proceso de transformación, en este caso, desde la formación en el nivel medio superior. Esta propuesta es, precisamente, la propuesta de análisis del presente artículo. La cultura es capaz de conservar y reconstruir un contexto de acuerdo con sus antecedentes y necesidades en la sociedad, el cual no está exento de las adaptaciones, ya que se han vivido diversos cambios y variaciones como parte de la misma cultura. Ante la emergencia de salud suscitada en México en el año 2020 —inicio de la pandemia del virus sars-cov-2— se presentó una alta demanda de necesidades tecnológicas, humanas y estrategias en la enseñanza y el aprendizaje. Aunado a esto, las carencias se hicieron presentes dentro de un país inmerso en pobreza, desigualdad y violencia. Por ello, la apuesta por la educación jesuita, enraizada en una visión humanista y espiritual, en un país en crisis, destaca y se convierte en una influencia educativa elemental para construir un mundo más prometedor para las y los jóvenes. Para la Red de Colegios Asociados Jesuitas los retos y desafíos van de la mano con un modelo educativo de más de 400 años de existencia que se ha posicionado por su formación humanista, que impulsa a formar ciudadanos y ciudadanas comprometidos en la transformación de su entorno. A partir de la propuesta de la Pedagogía Ignaciana, la cual Peter-Hans Kolvenbach refuerza en su discurso (1993) La Pedagogía Ignaciana, un Planteamiento Práctico; dicho autor señala la importancia de formar alumnos conscientes, compasivos, competentes y comprometidos, llevando a la praxis lo aprendido dentro de su instrucción, al generar que el alumnado se sienta invitado a transformar su entorno inmediato con la esfera social, particularmente, enfrentando las diversas problemáticas sociales que se han ido agravando con el paso del tiempo. De acuerdo con lo mencionado, para la Preparatoria Ibero Puebla y bajo el Modelo Pedagógico Ignaciano (mpi) es de suma importancia la formación que permita desarrollar las competencias disciplinares y genéricas establecidas en el acuerdo 444 del marco curricular común conforme al Sistema Nacional de Bachillerato: […] las competencias genéricas son las que todos los bachilleres deben estar en capacidad de desempeñar; las que les permiten comprender el mundo e influir en él; les capacitan para continuar aprendiendo de forma autónoma a lo largo de sus vidas, y para extender relaciones armónicas con quienes les rodean, así como participar eficazmente en los ámbitos social, profesional y político. Dada su importancia, dichas competencias se identifican también como competencias clave y constituyen el perfil del egresado del Sistema Nacional de Bachillerato (sep, 2008: 2). Aunado al mpi se plantea desarrollar estrategias que ayuden a formar un mundo más justo y humano. Dentro de las principales apuestas de dicho modelo, se propone formar jóvenes líderes comprometidos con el cambio social. La Compañía de Jesús, dentro del marco del mpi, apuesta por una formación que va más allá de un estudio disciplinar porque conduce a formar mujeres y hombres visionarios que comparten un objetivo común. Lo anterior ocurre a través del trabajo colaborativo y dirigidos por una teoría de liderazgo surgido de la inspiración de Ignacio de Loyola, que procura que el alumnado articule el aprendizaje de los valores dentro de la visión y misión jesuita. De esta manera se genera una formación educativa integral que conlleva a la preparación de líderes que se articularán como profesionales con una perspectiva de liderazgo consciente.

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