Rúbricas XVII Formación docente en educación media superior... 68 69 Rúbricas XVII Retos y perspectiva de la Educación Media Superior en Universidades Jesuítas - Introducción Para hablar de retos y perspectivas en la Educación Media Superior (ems), se debe empezar, necesariamente, por una revisión del Contexto, etapa inicial del Paradigma Pedagógico Ignaciano, que busca situar a los hechos y protagonistas en sus circunstancias, enfrentar la realidad como es, e identificar los condicionamientos sociales, económicos, políticos, culturales, etc., para poder comprender, apropiarse y transformar esa realidad. En este sentido, el presente texto muestra, en primera instancia, un panorama general de la ems en México y las características de los estudiantes y docentes de este nivel, como marco de referencia para la reflexión sobre qué formación docente se requiere en la ems, y en instituciones de inspiración jesuita, como la Preparatoria Ibero Puebla. - Educación Media Superior El Sistema Educativo Mexicano en general está estructurado en tres principales niveles: el básico que incluye preescolar, primaria y secundaria; el de educación media superior, que hace referencia al bachillerato, y el nivel superior. La ems se agrupa en tres grandes modelos: bachillerato general, bachillerato tecnológico y el profesional técnico (Ramírez, 2015). En febrero de 2012 se promulgó una reforma al artículo 3° constitucional donde se estableció la obligatoriedad de este nivel, es decir, que la ems solamente tiene diez años siendo obligatoria en el país. Lo anterior representó un reto para garantizar desde el Estado la oferta educativa y su cobertura para los 6.7 millones de jóvenes entre 15 y 18 años que había en 2012 (Ramírez, 2015), así como para combatir la deserción escolar y mejorar la calidad educativa. En la actualidad, estos tres puntos clave siguen siendo retos, ya que, en 2020, en México había 10 806 690 personas entre 15 y 19 años, de las cuales únicamente 4 985 005 estaban matriculadas en la ems para el ciclo escolar 2020-2021 (inegi b y c, 2022); otro dato importante, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (inegi a, 2022), para 2019, la eficiencia terminal en el nivel medio superior, aunque había mejorado año con año, era de 66.7 %. A este panorama se debe sumar la vivencia de la pandemia por covid-19 que, tras las medidas de confinamiento, […] puso de manifiesto las múltiples deficiencias y desigualdad de nuestros sistemas educativos: desde la banda ancha y las computadoras requeridas para la educación en línea, a los entornos solidarios necesarios para centrarse en el aprendizaje, hasta la escasa coincidencia entre recursos y necesidades (oecd, 2020: 1). En este sentido, y de acuerdo con la Encuesta para la Medición del Impacto covid-19 en la Educación (inegi, 2021), 181.3 mil estudiantes de ems no concluyeron el ciclo escolar 2019-2020, de los cuales 35. 9 % fue por causa del covid-19, el 25.7 % por falta de dinero o recursos, 18.01 % porque tenía que trabajar, y el 20.3 % restante por otra razón. Aunado a lo anterior, aún no se ha cuantificado el impacto en el aprendizaje, es decir, los aprendizajes inconclusos o los rezagos académicos provocados por las desigualdades descritas anteriormente, en conjunto con la diversidad y multimodalidad de respuestas que cada institución dio ante esta crisis. Seguramente, a medida que los estudiantes avancen en los niveles y grados académicos, los indicadores de esta realidad se harán cada vez más evidentes. Sin perder de vista el contexto descrito, también es necesario incluir en esta reflexión cuáles son los rasgos que caracterizan no solamente a la época o al nivel, sino, además, a los jóvenes estudiantes de ems y a sus docentes. - Jóvenes actuales Los jóvenes que actualmente estudian en el nivel medio superior pertenecen a la generación Z y en un futuro a la generación Alfa. Esto significa que su comportamiento, valores, intereses, estímulos, etcétera, son diferentes a los de sus profesores, quienes son Baby boomers, de la generación X o incluso de la generación Y, lo cual podría dificultar la interacción y, por lo tanto, el proceso de aprendizaje.
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