Rúbricas 17

Rúbricas XVII Talante beligerante para una educación combativa 54 55 Rúbricas XVII Retos y perspectiva de la Educación Media Superior en Universidades Jesuítas dominar la ciencia y la técnica en beneficio de la humanidad, mejorando su comunidad para impactar desde lo local y sobrepasar las fronteras globales. Formar para insertarse en el ámbito universitario para la vida profesional es insuficiente, no puede hacerse asépticamente, pues tiene que formarse una consciencia social para la incidencia sociopolítica. El conocimiento no puede ser neutral, la búsqueda de la objetividad es necesaria, pero las subjetividades son propias del ser humano e inevitables; el conocimiento por el conocimiento es erudición y la erudición sin vocación de servicio o espíritu social es soberbia intelectual. El conocimiento es para mejorar el mundo, no solamente para mejorar las condiciones personales, el estatus o la economía, sino para mejorar las condiciones de la comunidad. Ser beligerante implica romper con aquellas obediencias que legitiman el poder para mantener los privilegios de unos cuantos en detrimento de las mayorías que menos tienen y más necesitan. El trabajo ético en causas sociales cercanas es deseable, pero requiere, como decía Baró (1998), de mecanismos estructurales de conscientización, para que pueda producirse una verdadera transformación personal y una movilización de la consciencia. Los docentes deben participar y vivir estos procesos. No se trata de educar solamente en los temas y áreas de su experticia, tienen que sentirse llamados en la misión para invitar a otros a sumarse. A este respecto Baró propone elegir, de manera cuidadosa, a quienes formarán parte de nuestra comunidad, sin embargo, la paradoja estriba en que, por un lado, no podemos formar a estudiantes que únicamente encuentran un llamado a servirse, porque significa darles las herramientas para dejarlos en una situación privilegiada para oprimir a los demás; aunque, quedarnos, únicamente, con quienes ya han sentido el llamado o la invitación a servir a los demás, tampoco es suficiente: debemos preparar a todos para enfrentar los retos globales, pero es importante que la invitación germine en el corazón de aquellos que, en primera instancia, solamente pensaban en sí mismos, para que descubran otras maneras de autorrealización y éxito que los hagan sentir plenos, mientras contribuyen a mejorar su comunidad, encontrando esperanza en sus propias acciones. No nacemos deseando objetos, dinero, fama o éxito; aprendemos a desear, lo desean otros, sin embargo, las experiencias de vida pueden ir cambiando esos deseos, provocando otros nuevos, más acordes a la realidad, conforme se desarrolla la consciencia social, la cual va provocando que un nuevo hombre surja de donde antes sólo había banales anhelos. Así podrán descubrirse como hombres y mujeres capaces de sembrar la esperanza que proviene de participar activamente en construir el mañana. - Referencias Ellacuría, I. (1999). Escritos Universitarios. San Salvador, El Salvador: uca Editores. Martín-Baró, I. (1998). Psicología de la liberación. Madrid, España: Editorial Trotta. Mèlich, J. C. (1997). Del extraño al cómplice: La educación en la vida cotidiana. Barcelona, España: Anthropos. _____. (2010). Ética de la compasión. Barcelona, España: Herder Editorial. Levinas, E. (2020). Totalidad e infinito. Salamanca (4ta. ed.). España: Ediciones Sígueme. Thoreau, H. D. (2014). Desobediencia civil y otros textos. Morelos, México: Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Ugalde, L. (2012). Conscientes, competentes, compasivos y comprometidos. Caracas. Recuperado de https://jesuitas. lat/uploads/consciente-compasivo-comprometido/LUIS%20 UGALDE%20-%202012%20-%20CONSCIENTES%20 COMPETENTES%20COMPASIVOS%20Y%20COMPROMETIDOS.pdf Velasco, R. (s.f.) Sobre la pertinencia de las universidades jesuitas. Recuperado de https://jesuitas.lat/uploads/consciente-compasivo-comprometido/luis%20ugalde%20-%202012%20 -%20comprometidosonscientes%20componentes%20compasivos%20y%20comprometidos.pdf

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