Rúbricas XVII Hacia la comprensión lectora en la escuela... 124 125 Rúbricas XVII Retos y perspectiva de la Educación Media Superior en Universidades Jesuítas los han condicionado a realizar cierto tipo de actividades que fomentan la memorización y o la simple transcripción del autor de un texto. Un ejemplo de estas prácticas es la que en cualquier examen de evaluación de lectura se encuentra: la identificación de la idea principal (113). Con ello se entiende que las decisiones pedagógicas juegan un papel importante pues se puede correr el riesgo de no rebasar la línea de lo cognitivo teniendo así ejercicios, búsqueda de vocabulario, identificación de palabras clave, ideas principales y secundarias, entre otras, sin pensar entonces en estrategias que permitan a los estudiantes entender qué hay más allá del texto. Lo anterior lleva a preguntarse, entonces, qué se está entendiendo por comprensión lectora debido a que muchas veces las múltiples estrategias planeadas no están rindiendo frutos. Lo antes dicho sugiere que la enseñanza-aprendizaje no se encuentra orientada al proceso de la comprensión lectora, donde el lector construye el significado a través de la interacción con el texto y se hace consciente de que lo que lee deriva de un propósito comunicativo y de un contexto. De esta manera, se olvida que la lectura es el principal instrumento de aprendizaje, desarrollo intelectual, crítico y estético. - Hacia un enfoque sociocultural de la lectura A raíz de los múltiples problemas en torno a la comprensión lectora en el contexto escolar, la gama de propuestas, estrategias e intervenciones educativas que circulan en las escuelas es tanta que pareciera que cualquier elección podría ser confiable para garantizar resultados en los estudiantes. Sin embargo, como docentes, la reflexión tendría que llevar a pensar en criterios de elección que sustenten las decisiones pedagógicas, saber qué se busca lograr y cómo puede manifestarse la criticidad de los estudiantes en cada una de las asignaturas que se imparten. Muchas veces se piensa que la comprensión lectora se logra a partir de ejercicios, cuestionarios, sopas de letras que, si bien son de utilidad para favorecer ciertos propósitos cognitivos, no aseguran la comprensión y criticidad del estudiante. Esto hace visible que las percepciones de lo que significa leer pudieran caer únicamente en el marco de lo cognitivo, dejando fuera aspectos contextuales, sociales y culturales. Pues la propuesta teórica cognitiva aborda la comprensión lectora en el plano mental: “Desde una mirada cognitiva, la comprensión implica un conjunto de procesos perceptivos, de codificación y acceso léxico, de procesamiento sintáctico y gramatical, de inferencias, de la construcción semántica del texto” (León, 2001; León y Escudero, 2003; 2007; Escudero, 2010, citados en Sánchez, 2013). Mientras, desde el enfoque sociocultural de la lectura se sabe que lo cognitivo por sí solo no permite la comprensión total del texto. Bajo esta mirada, la comprensión debe ser entendida dentro de un contexto y un uso, es decir, a partir de una realidad social del estudiante pues “la lectura es práctica social, dado que se lee, se interpreta y comprende los hechos históricos de una sociedad, para luego actuar con Foto: Pxhere
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