38 este mecanismo en el que nos encontramos sujetos, lo único que produce es una parálisis vertiginosa. Existe la apariencia de que estamos en movimiento, recreando la vida, pero estamos ajetreadamente dando vueltas en un lugar que semantiene inmóvil. Esta dinámica en la que nos encontramos nos demanda que seamos creativos, pero al mismo tiempo pone ciertas dificultades para dejarnos conducir por la creatividad. Sabemos de ante mano que, la mayoría de las veces, la creatividad se desarrolla porque, de alguna manera, es algo que nosotros buscamos. Pero no es el resultado de una acción calculada e intencionada. No buscamos algo objetivable que podamos alcanzar con nuestras acciones planificadas sino, más bien, nuestra búsqueda se vincula con la capacidad de entrar en una tierra desconocida. En este sentido, la creatividad es un acontecimiento imponderable. Es un resultado inesperado más que una decisión estratégica. No existe una estrategia cualificada que asegure el acontecimiento de la creatividad. Si lo que acaece siempre es un acontecimiento que produce novedad, ésta no se puede enmarcar en las acciones intencionadas. Quizá es posible prevenir o tomar en cuenta algunas condiciones que puedan contribuir a un incremento del acontecer creativo, pero estos condicionamientos no pueden estar sometidos a leyes que puedan darmuestra del surgimiento de lo novedoso. La élite tecnocientífica no tiene el monopolio de la creatividad. Es estúpido pensar que la creatividad esté encapsulada en algunas instituciones que se dicen innovadoras. La mayoría de estas instituciones pretenden fomentar la creatividad, explorar lo nuevo, quieren producir lo impredecible y tener, al mismo tiempo, el control de la situación. Debajo de estas acciones existe un imaginario que, a mi juicio, está impregnado en nuestra sociedad contemporánea. Tenemos la pretensión de que nuestra vida tenga posibilidades inéditas, pero al mismo tiempo queremos minimizar los riesgos que puedan tener nuestras decisiones. Pero la creatividad no se puede planificar, pues se vincula más con el azar. No podemos reducir nuestra vida a las variaciones y modificaciones de nuestros actos intencionados para producir algo nuevo. En pocas palabras, la creatividad planificada es hueca. Lo nuevo siempre va a diferir de lo programado o intencionado. La creatividad genera sorpresa y difícilmente puede descansar en el mundo de la producción. No es un recurso que tenemos que despertar y ajustar en un ensamble apropiado para que pueda reproducirse en serie. La creatividad no puede ser ensamblada enmaquinarias programadas desde un orden intencionado. No está sujeta a la operatividad binaria que nos pueda brindar la novedad de una forma segura y precisa. La creatividad, por otro lado, para que puedavaler como tal, dependedel reconocimiento de una sociedad. Es un asunto comunicativo y social. El problema radica en su certificación. ¿A quién o a quiénes le estamos otorgando autoridad para definir el significado y el valor de lo nuevo? Sería una trampa dejar enmanos de algunas instituciones la validez de la creatividad, pero también, sería un engaño dejarlo a nuestra subjetividad. Pensar la validez de la creatividad, sería otro tema que requiere, mínimo, otro escrito para poder profundizar de forma introductoria su complicación. Sin embargo, en este trabajo sólo quiero mencionar lo importante de no buscar la creatividad en sí misma; la creatividad no se posee, más bien se está en ella. Tampoco hay que buscar el reconocimiento de las instituciones que te validan como un ser creativo. Es de suma importancia acoger la pregunta dialéctica que desarrolla Gadamer (2012), para quien la clave está en sospechar aquello que dices que sabes. Es fundamental cuestionar nuestramanera de saber. Se requiere abrir espacio para plantear nuevas preguntas. Para que la creatividad florezca es necesario cultivar y compartir en un diálogo fructífero la sospecha interna. Si bien es necesario tener tiempo a solas para poder pensar, nuestro pensamiento no puede anquilosarse bajo el solipsismo. Para que el pensamiento sea creativo, necesita de una resonancia y disonancia, requiere de un diálogo sincero y pausado. Pero este diálogo no es nada más un intercambio
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