Rúbricas 16

23 Rúbricas XV Humanidades digitales La versión corta es que ya no creo que nada tan complejo y sistémico pueda resolverse solo con un conjunto de prácticas de experiencia del usuario. (No creo que realmente creyera eso enprimer lugar, para ser sincero.) [La traducción es mía.] (2016, párr.1). Con esta afirmación uno se pregunta si la resistencia individual es suficiente al enfrentarse a una lógica sistémica que neutraliza o se apropia de las respuestas subversivas. Más que proporcionar una directriz y un plan de acción definido, el Slow movement, en sus múltiples bifurcaciones, dirige la mirada hacia un asunto clave, a saber, las implicaciones –biológicas, psicológicas, interpersonales– que la aceleración, convertida en paradigma de vida, puede traer consigo cuando se le acepta sin cuestionar. Su aporte, más que consistir en una solución tajante y viable, es abrir un abanico de cuestionamientos: ¿qué lugar vendría a ocupar la memoria?, ¿puede existir en una sociedad que exige el olvido rápido para asimilar pronto más ideas, información y experiencias?, ¿cómo contrarrestar la aceleración sin renunciar a las mismas tic que la exaltan y llevan en su seno? El “turbocapitalismo” necesita de la aceleración como el mecanismo para obtener ganancias sin fin, por eso cabría preguntarse hasta dónde la lentitud, contemplación y pasividad son resistencias efectivas o solamente bosquejan algunas grietas. Por ejemplo, a propósito de la actual pandemia del coronavirus, el filósofo Franco “Bifo” Berardi se pregunta si esta crisis no traerá consigo la única forma de combatir la aceleración en cuanto intervienen factores extrasistémicos e imprevisibles: ¿Esta es la vencida? No sabíamos cómo deshacernos del pulpo, no sabíamos cómo salir del cadáver del Capital; vivir en ese cadáver apestaba la existencia de todos, pero ahora el shock es el preludio de la deflación psíquica definitiva. En el cadáver del Capital estábamos obligados a la sobreestimulación, a la aceleración constante, a la competencia generalizada y a la sobreexplotación con salarios decrecientes. Ahora el virus desinfla la burbuja de la aceleración (2002: 41). Sin ninguna preparación, el sistema está cambiando de ritmo. Minimizar la aceleración no es un cambio menor, no se trata de un simple accesorio de la apariencia, sino del presupuesto en torno al cual se tejen todas las relaciones sociales. En esta tregua momentánea, ¿será factible un proyecto de signo inverso a nivel comunitario o solamente individual? De nada servirá condenar la aceleración si no se intenta establecer resquebrajamientos en su caja de velocidades. Uno no puede volverse, de un día a otro, niño, vagabundo o desempleado para disponer del tiempo amanos llenas, pero sí intentar morar la frontera, estar en uno y otro lado, reconciliar el tiempo exterior con el interior, el tiempo de las tic con el tiempo auténticamente humano. En la aplicación I Done This. Cada noche, los miembros de un equipo reciben a la misma hora un correo para que puedan escribir los logros y pendientes que hayan realizado durante el día. Fotografía: I Done This

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