Rúbricas 15

57 Rúbricas XV Tópicos de Ciencias Sociales Hoy es un hecho científicamente reconocido, con un grado de certeza del 95%, que los cambios climáticos, cuya mayor expresión es el calentamiento global, son de naturaleza antropogénica. Esto quiere decir que tienen su génesis en un determinado comportamiento humano ante la naturaleza (Boff, 2016: 5). Como nunca antes, las palabras proféticas de la Carta de la Tierra publicadas en el año 2000 y ratificadas en el 2003 por la UNESCO en París se muestran verdaderas: “Estamos en un momento crítico de la historia de la tierra, en el cual la humanidad debe elegir su futuro […], la elección es nuestra: formar una sociedad global para cuidar la tierra y cuidarnos unos a otros, o arriesgarnos a nuestra propia destrucción y la de la diversidad de la vida” (Preámbulo) (Boff, 2016: 5). Esta conciencia ha sido significativamente reforzada por la Encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de la Casa Común, Alabado seas (2015), una verdadera carta magna de la ecología integral, ambiental, social, mental y espiritual. Tal vez ningún ambientalista o ecólogo ha llevado tan lejos y de forma tan completa la cuestión ecológica como el Papa Francisco, que se sitúa a la vanguardia de la discusión ecológica presentando una perspectiva realmente integral, ya no reducida al ambientalismo o a la preservación de especies en extinción (Boff, 2016: 11-12). Por ello es que, ante el reconocimiento del hombre de la existencia de los problemas ambientales, tuvo que convencerse a su vez de la necesidad de enfrentar tales problemas con el auxilio imprescindible del Derecho (Quintana, 2009: 7). La potestad del Derecho es hacer realidad la justicia y para alcanzarla se requiere necesariamente de una sociedad ordenada donde impere la paz. La afortunada frase de Francesco Carnelutti: “Cuando el derecho nace muere la guerra”, conceptúa brevemente la función ordenadora Foto: Intervención sobre original de jcomp en freepik

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