Rúbricas 15

Rúbricas XV Tópicos de Ciencias Sociales 53 (Howard Zehr, 2007) de las personas y comunidades que acompañamos, es haciendo Círculos restaurativos (Acevedo-Echeverri, 2009), terapia grupal o usando cualquier otra técnica que esté dirigida a la atención de un trauma (Levine & Frederick, 2002). Estas metodologías nos han permitido facilitar a las mismas comunidades herramientas de sanación práctica y que pueden ser usadas por ellos mismos con el entrenamiento necesario; llegando con el paso del tiempo a niveles tales que, sin necesidad de que un terapeuta esté presente, puedan desarrollarse las sesiones. - La perspectiva de género y la igualdad integrada en cada uno de los proyectos que se proponen, de tal manera que puedan irse mitigando aquellas prácticas culturales y estructurales excluyentes que fragmentan a las comunidades. La atención profesional a traumas personales y/o colectivos cuando las técnicas diseñadas para que las propias comunidades las empleen y desarrollen no son suficiente. - El cuidado del entorno expresado en la creación de fondos sociales y ambientales dentro de las mismas empresas de Economía Social que genere progresivamente una cultura de cuidado medio ambiental y comunitario. - Experiencias espirituales vinculantes. Por último, nos damos cuenta que en muchos casos, la raíz de la fuerza que impulsa y motiva a las personas de las comunidades donde trabajamos para transformar y cuidar de la naturaleza, de las comunidades, de sus vecinos y de ellas mismas, proviene de experiencias espirituales vinculantes. Con esto queremos decir que el contacto con la dimensión trascendental desarrolla la sensibilidad de conexión y relación con todo lo que existe y esto facilita la consolidación de los deseos humanos por una mejor vida. Creemos que lo que permite perseverar en la búsqueda de la plenitud propia y común es la experiencia de sentirse reconciliados con Dios y con la familia extendida. - CONCLUSIONES En resumen, la experiencia de acompañamiento a comunidades en el estado de Michoacán que se han visto sumergidas en los últimos años en dinámicas violentas y de criminalización, nos permite sugerir que hay que responder, por lo menos, a los retos detectados en este contexto, para tener más probabilidades de acertar y responder a las verdaderas necesidades y problemáticas de la región desde la Economía Social. El panorama no es sencillo, ya que a la luz puede verse que se requiere de un trabajo multidisciplinario, colaborativo y corresponsable. No creemos en intervenciones unidireccionales, ni en aprendizajes únicos; creemos en la participación de todos y todas y en la propuesta colectiva para la resolución de los conflictos y la construcción de la paz. La Reconstrucción del Tejido Social es más posible desde la ES cuando tomamos en cuenta aspectos políticos, sociales, ecológicos, económicos, culturales y territoriales; y sabiendo que se necesita una sensibilidad especial de intervención cuando se trata de comunidades traspasadas por hechos violentos. No compartimos la idea de que el desarrollo empresarial, aun siendo de Economía Social, detona por sí solo procesos de restauración y pacificación; es necesario tener una visión amplia de la complejidad de la realidad violenta a la que se está enfrentando nuestro país, si es que en verdad queremos revertir los procesos que han generado graves fragmentaciones sociales. Es necesario tener una visión amplia de la complejidad de la realidad violenta, si es que en verdad queremos revertir los procesos que han generado graves fragmentaciones sociales

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