Rúbricas XV Tópicos de Ciencias Sociales 51 de Tancítaro en el año 2015, a propósito de una planilla de unidad que se conformó a nivel local con tres de las principales fuerzas políticas del país en aquel año (PAN, PRI, PRD), previo a las elecciones locales que estaban a unos meses de llevarse a cabo, y como parte de las soluciones que se veían para disminuir la división entre los pobladores a causa de la presencia de los partidos políticos. El proceso fue acompañado y asesorado por el padre Jorge Atilano González Candia, SJ.9 Posteriormente, en enero de 2016, un equipo de cuatro profesionistas es enviado por el Centro de Investigación y Acción Social por la Paz (CIAS)10 a este municipio para implementar los componentes que el PRTS proponía para alcanzar “Buena Convivencia”. Durante el primer semestre, este equipo de profesionistas se dedicó a recorrer el municipio para reconocer el territorio y a algunos actores clave de las comunidades. Además, desarrolló investigaciones para la realización de diagnósticos que ayudarían a visualizar las problemáticas y necesidades más sentidas de la población. Fue, precisamente, en estos recorridos, donde al convivir con los habitantes de Tancítaro y al escuchar las historias que con recurrencia contaban al equipo, se detectan algunas de las principales secuelas y consecuencias de las violencias ejercidas por el crimen organizado. Con estos antecedentes, en el mes de junio, gracias a que se encuentran similitudes en los análisis del libro El pequeño libro de la sanidad del trauma (Carolyn Yoder, 2005), respecto a hechos violentos registrados en comunidades que se ven amenazadas, e intuyendo que la herida provocada por el crimen organizado a la población de Tancítaro había generado un trauma colectivo, el equipo de profesionistas recibe formación y capacitación, además de la ya recibida en cada una de sus especialidades (componentes), en temas relacionados con la metodología de la Justicia Restaurativa, entendiendo ahora que eran dos vertientes originarias las que provocaban fragmentación: una más dirigida a la dimensión humana (trauma colectivo) y otra canalizada a la dimensión social y estructural (mercantilización de la vida). Esto se suma y concluye a partir de considerar lo que los jesuitas ya decían sobre el principal problema que provoca la fragmentación social: la percepción mercantilizada de la vida, catalizador del individualismo imperante y principal generador de la violencia (González-Mendoza, 2016). - LOS RETOS DE LA ECONOMÍA SOCIAL ENTERRITORIOS EN CONFLICTO ARMADO Comprender que la insostenibilidad de nuestras actuales prácticas económicas como fruto de una percepción utilitarista de los recursos, de los medios y de las personas es una de las principales causas de la fragmentación social, saber que la violencia a menudo tiene raíces económicas y comprender que, en algunos casos, otra causa de la fragmentación humana es la “herida” provocada por hechos traumatizantes, unas veces consecuencia de la inmersión en círculos reproductores de la violencia, y otras como impedimentos o dificultades emocionales para el desarrollo pleno de proyectos personales y comunitarios, nos lleva a pensar en tres retos principales a los que la Economía Social y Solidaria se puede enfrentar al momento de querer desarrollarse en territorios caracterizados por un pasado o un presente violento: el mejoramiento de la convivencia en la familia, la escuela, el barrio, el trabajo, las fiestas tradicionales y el gobierno. Es un programa que parte de una investigación sobre las causas de la violencia en México y que se realiza por medio de equipos multidisciplinarios de profesionistas radicados en los municipios. 9 Sacerdote religioso de la Compañía de Jesús en México y actual director del Centro de Investigación y Acción Social “Jesuitas por la Paz” (CIAS). 10 El CIAS “Jesuitas por la Paz” es una nueva obra de la Compañía de Jesús en México, que surge a partir de la situación de violencia que atraviesa el país y el interés de los jesuitas por responder a este complejo fenómeno social. Esta obra inició en el mes de enero de 2015 con la realización de una investigación y diferentes conversatorios con jóvenes profesionistas formados en la pastoral juvenil de los jesuitas a lo largo del país.
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