84 Hay letras, voces vivas que gritan a nuestras espaldas y que sólo parecen “Otra pinche historia de prisión”, como tituló Mónica Moctezuma a su propia historia. Pero desde hace algunos años no sólo he creído en la dignificación de los centros de reinserción social sino también en que habrá algún momento en la historia, en que el abolicionismo acabará con las celdas, los dormitorios, los barrotes, el rancho, el pase de lista. Pero antes será necesario meterse en las profundidades del encierro, a través de las únicas personas que pueden contarlo todo.
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