Rúbricas 13

54 Con base en los datos antes presentados es pertinente subrayar que, en Puebla, de 2006 a 2015, se presentó un incremento de 3 a 3.6 de cada 100 mil niños en la tasa de suicidios en menores de 10 a 17 años. El mayor rango se presentó en mujeres, con 3.7 por cada 100 mil. Por otra parte, entre 2011 y 2012, la incidencia de homicidios en adolescentes de entre 15 y 17 años aumentó respecto a los dos últimos años de la administración de Mario Marín Torres, según evidencia el informe "La Infancia Cuenta en México 2014", elaborado por la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM). El documento, basado en estudios del INEGI, el Consejo Nacional de Población, la Secretaría de Salud y otras fuentes reveló que en el primer año de la gestión morenovallista, la tasa de asesinatos a menores de entre 15 y 17 años tuvo un crecimiento dramático de 58%, pues en 2010 se registraron 12 crímenes de este tipo por cada 100 mil habitantes, y en 2011 se contabilizaron 19 asesinatos por cada 100 mil habitantes. Para 2012 los homicidios de adolescentes disminuyeron a 14 por cada 100 mil habitantes, pero de todas maneras esa cifra fue 17% más alta que la registrada en 2010, el último año del gobierno de Mario Marín (REDIM, 2014). De hecho, en 2009, el penúltimo año de la gestión marinista, se registró el menor índice en cuatro años de asesinatos contra menores de entre 15 y 17 años: sólo 11 por cada 100 mil habitantes, lo que representó una tasa de 3%. La medición contiene datos de 2000 a 2012 y ubica para este último año la incidencia de asesinatos en contra de adolescentes de entre 15 y 17 años en Puebla en 3.8 % por cada 100 mil habitantes. Con base en la misma fuente se puede establecer que hasta 2012 la tasa de mortalidad por homicidio en la población de 0 a 17 años en Puebla fue del 1.2, destacando, además de los adolescentes, el sector de los niños entre 0 y 4 años, con una tasa de 0.5 por ciento. En ese año Puebla se ubicó en los últimos siete lugares entre las entidades federativas con mayor número de homicidios a adolescentes de entre 15 y 17 años; la lista era liderada por estados con fuerte presencia del crimen organizado, como Guerrero, con una tasa de 38.8 casos por cada 100 mil habitantes, Chihuahua (33.3), Morelos (27), Coahuila (26.3), Sinaloa (22.2), Zacatecas (21.8), Tamaulipas (21.5), Nuevo León (19.3), Durango (18.2), y el Estado de México (12.4%). En este sentido no han sido atendidos aspectos fundamentales orientados a garantizar y proteger los derechos de los NNA. De manera concreta ha sido ignorada la Observación General Nº 15 (2013) sobre el derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud, que recomienda al Estado parte redoblar sus esfuerzos para reducir la mortalidad materna-infantil, incluso mediante la implementación de las orientaciones técnicas sobre la aplicación de un enfoque basado en los derechos humanos a la ejecución de las políticas y programas destinados a reducir y eliminar la mortalidad y morbilidad prevenibles de los niños menores de 5 años de la OACNUDH (A/HRC/27/31). Vale la pena subrayar la importancia de plantearse escenarios futuros en Puebla, ante un panorama nacional en el que la violencia y la construcción social de la masculinidad tienen un gran peso como causas sociales de las muertes de niños y adolescentes en la entidad. Ya el INEGI (2016) ha señalado que: el consumo de alcohol o tabaco, la falta de actividad física, las relaciones sexuales sin protección y/o la exposición de violencia pueden poner en peligro la salud actual y futura de los jóvenes. Rúbricas XIII Derechos humanos de niños, niñas y adolescentes - En Puebla, de 2006 a 2015, se presentó un incremento de 3 a 3.6 de cada 100 mil niños en la tasa de suicidios en menores de 10 a 17 años. Foto: Pixabay

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