Rúbricas XII Literatura y Filosofía y su relación con otras disciplinas 99 Aunque el lector tipo no conozca los borogobios, ni al momio que rantas murgiflaba, si cavila firsuto podrá encontrar en el poema de Alicia a través del espejo una historia –¿Te das cuenta? –sinterruge la señora Fifa. –¡El muy cornaputo! – vociflama la Tota. Y ahí nomás se recompalmean y fraternulian como si no se hubieran estado polichantando más de cuatro cafotos en plena tetamancia; son así la tofifas y las fitotas, mejor es no terruptarlas porque te desmunen el persiglotio y se quedan tan plopas. Julio Cortázar (“Último round”) Desde el punto de vista de la producción, en lo semántico, este par de textos nos muestra un cuidadoso proceso constructivo que comprende la selección de unidades sémicas que se distribuyen a lo largo de la obra para darle un sentido de conjunto, conforme a la ley perceptual de la buena forma. Carroll y Cortázar, por supuesto, tenían muy claros los umbrales de interpretación de sus lectores, así que conservaron un buen número de términos convencionalizados (normalizados) y en la elaboración de su idiolecto utilizaron la raíz de palabras conocidas por el lector medio, a veces yuxtapuestas a otros morfemas (como en agiliscoso, mezcla de ágil y viscoso, según explica Zanco Panco a Alicia en un pasaje del libro referido, o gladiofantas, en el texto cortazariano, el cual nos sugiere una mezcla de gladiadoras y elefantes). Las desinencias remiten a una función gramatical (por ejemplo, banerrando o alanchufarse, que nos dan la idea de verbos) o un sonido (mofo, suño,) puede asociarse a onomatopeyas. Vale decir, a manera de complemento, que términos como plica, resma, y otros, sí existen en la lengua española y son propios del ámbito de las artes gráficas. Su inclusión en un contexto discursivo diferente, con obvias intenciones, los ha dotado de un nuevo significado. Un verdadero motín contra la lengua… 3. Aplicaciones Los textos que he mostrado son ejemplares para reconocer algunas reglas o impedimentos autoimpuestos para producir textos lúdico-literarios. En la ideación de estas normas o contraintes, como los llamarían en francés, fueron muy hábiles los miembros del Ou Li Po El Ou Li Po (Ouvroir de Littérature Potentielle) fue un grupo literario fundado en 1960 por RaymondQueneau y François Le Lionnais. En su primer manifiesto, fechado en 1962, afirmaban que la obra literaria se construía a partir de una inspiración, la cual no era otra cosa que acomodar una serie de contraintes y procedimientos que se introducen unos en otros como las matrushkas rusas. Durante muchos años, y hasta la fecha, el Ou Li Po centró su labor en “proponer a los escritores nuevos procedimientos, artificiales o mecánicos, que contribuyan a la creatividad literaria”. Adoptando este propósito me permito describir un ejercicio que he puesto en práctica con mis alumnos. 4. Idiomas Ya hablé de las características de la lengua, su linealidad, su carácter convencional y económico, sus componentes sintáctico, morfológico, fonético y semántico. Este ejercicio recupera una tradición muy antigua: la invención de idiolectos (¿recuerda el lector el idioma de la f ?: efesefe sífi eferafa difivefertifidofo) o de idiomas excéntricos (que los lingüistas y psicólogos llaman glosolalia o idioglosia y los profanos hablar en lenguas) como el gliglico que inventa la Maga (personaje de Cortázar) en “Rayuela”, el ruso derivado que crea Burguess para “Clockworkorange” y el marciano que puso de moda una mujer de finales del siglo XIX en Europa, del cual hago una brevísima reseña: Ilustración: El Jabberwock. John Tenniel 1865
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