36 Pareciera que los rasgos esenciales que constituyen la naturaleza humana son eternamente universales, tales como la risa, la capacidad de asombro, la imaginación, el lenguaje o el deseo erótico. Se antoja pensar que, si perdiéramos alguna de estas características seríamos menos humanos; por tanto, dar por sentado que eso no sucederá, resulta tranquilizador. Al menos, mientras sigamos asumiéndonos como homo sapiens sapiens. Sin embargo, si dedicamos una mirada atenta a ciertos fenómenos sociales, podría haber indicios de la pérdida de algún rasgo esencial o de la amenaza de su degradación. Si trastocar nuestra esencia humana no es un tema menor, su relevancia para la filosofía es obvia; particularmente para la antropología filosófica. Cuando alguno de estos rasgos se asimila como experiencia estética, entonces interesa al campo de la estética como disciplina filosófica. El objetivo del presente ensayo es analizar el estado de la cuestión del erotismo como experiencia estetizante en las relaciones de pareja, a partir del fenómeno de los sin-sexo, o como se conocen comúnmente en Japón, los sexless.2 Es el tema del documental de Pierre Caule, El imperio de los Sinsexo. Este texto se ancla en el pensamiento de Byung-Chul Han y Baudrillard. Asimismo, se toma como marco la teoría de Ernst Cassirer y Georges Bataille. Puesto que en la antropología filosófica desarrollada por Ernst Cassirer el hombre es un animal simbólico, siguiendo a este autor, entiendo el simbolismo como el sentido que se obtiene a partir de la unidad y continuidad del acto de expresar y representar el exterior. Este carácter simbólico del hombre, le permite la construcción de sentido en la experiencia estética a partir de la impresión extática de la sensibilidad. El erotismo resulta de la exaltación de la pulsión sexual, sin embargo, trasciende 2 El Instituto Nacional de Sexología japonés define con el término sexless (“sinsexo”) a las parejas que mantienen relaciones amorosas con una frecuencia inferior a una vez al mes. http://www. rtve.es/television/20120221/documentos-tv-imperio-sinsexo/499871.shtml a la pura materialidad al ser parte de la vida interior del hombre y de sus simbolismos. De acuerdo con Bataille: “El erotismo del hombre difiere de la sexualidad animal precisamente porque moviliza la vida interior. El erotismo es lo que en la conciencia del hombre pone en cuestión al ser”.3 Bataille explica que el hombre es discontinuo porque, si bien es una unidad en sí mismo, hay un abismo entre él y otro hombre. Sólo la unión a través del erotismo da continuidad a esos seres abismalmente separados. De ahí continúa que la conciencia que el hombre tiene del desequilibrio que reta a su vida, le genera angustia y, en cada grieta que amenaza su continuidad se abre una interrogante. La serie de ideas, imaginaciones y significados, surgidos del cuestionamiento, colocan al erotismo como una experiencia guiada por el deseo en su búsqueda de lo sublime y lo bello. Hay que remarcar esta experiencia, a la manera kantiana, en cuanto a que la sensibilidad logra un entendimiento de lo bello y por consiguiente, una construcción mental de lo sublime. El documental El imperio de los sinsexo muestra la situación actual de las parejas japonesas en términos de sus encuentros íntimos. Éstos son cada vez más esporádicos hasta que, en la mayoría de los casos, se eliminan por completo. Casi un tercio de la población adulta practica la abstinencia sexual. Al respecto, contrasta la información presentada; la industria del sexo va en aumento: se gastan 20 mil millones de euros, lo que representa el 1% del PIB en artículos que proveen satisfacción sexual, sexo mecánico o por encargo; sin embargo, las parejas se mantienen unidas a pesar de no compartir intimidad. A raíz de diversas entrevistas se puede observar aquello que el filósofo Byung-Chul Han llama exceso de positividad.4 Se observa que, ante la cada vez mayor oportunidad de autoafirmamiento y autosatisfacción, el individuo se pierde ante las opciones de lo que puede lograr. Hay quienes, en términos 3 El erotismo: 20 (las cursivas son mías). 4 Se abordará el término más adelante. Fotografía: freepik
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