116 Tzinacapan y Malitzin: UNA INVITACIÓN PARA ENCONTRARNOS Y AGRADECER Reseña del libro Tzinacapan y Malintzin. El encuentro1 de Francisco Sánchez Jorge E. Basaldúa Silva2 Pienso en Tzinacapan y Malitzin. El encuentro como una invitación, una forma de abrir a otros la puerta de casa con el deseo de compartir lo que uno es. La aparente simplicidad del escrito me hizo entrar fácilmente en lo que ahí sucedía. Y yo, sin pedir permiso, me acerqué una silla y me puse a escuchar, atento, el encuentro que ahí tenía lugar. El hecho de que un padre y un hijo decidan conversar promueve, no sólo la armonía de sus voces, sino un conjunto de otros encuentros cuyas resonancias nos envuelven a todos. Una primera resonancia fue encontrarme con la escritura de Francisco. A él lo conocí platicando, hablando sobre su pueblo. Hace algunos años tuve la oportunidad de entrevistarlo para un documental sobre las danzas, y su voz, pausada, me pareció muy esclarecedora de los procesos que en ese momento estábamos viviendo. Recuerdo que hablamos de la manera como se aprende en la comunidad, tan distinta a como se aprende en la escuela; cómo el maestro de danza propone los pasos, sin requerir el silencio de los niños que corren alrededor del patio donde se lleva a cabo el ensayo. Ellos juegan e integran poco a poco lo que el maestro enseña. –Se trata de un aprendizaje cultural –dijo–, 1 Sánchez, Francisco. (2017). Tzinacapan y Malintzin. El encuentro. Puebla, México: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. 2 Es profesor de la Ibero Puebla. Maestro en Educación Humanista por la UIA-P y maestro en Comunicación y Educación por la Universidad Autónoma de Barcelona. Publicó la novela El color de la ausencia (2013); mención honorífica Concurso Nacional de Cuento Beatriz Espejo 2016. Autor de capítulos de libros y artículos sobre culturas juveniles, migración y literatura.
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