Rúbricas XII Literatura y Filosofía y su relación con otras disciplinas 105 Para entender la sensación del terror cósmico de Lovecraft se sugieren las siguientes claves hermenéuticas. Como base de su terror pueden enumerarse dos características. La primera es la mención de fuerzas sobredesarrolladas externas a la humanidad. Este elemento, a la vez, se combina con la búsqueda incansable de lo desconocido. Su estilo queda retratado como un pesimismo ante las pobres capacidades del ser humano, quien se queda empequeñecido por lo inconmensurable del cosmos. Además, a estas características habría que agregar cuatro más que comparte con sus coetáneos, quienes formaron parte del Círculo de Lovecraft, las cuales son: el uso de una mitología obscura, la mención de libros arcanos, el uso de lugares decadentes y la referencia a lenguajes no humanos.5 Sobre todo, puede reconocérsele a Howard Philip la creación de dioses y demás creaturas mitológicas, a las cuales sus compañeros le dedicaron mayor tiempo que él sistematizando las jerarquías entre ellas. En general, estos seres se caracterizan por contar con capacidades que sobrepasan el entendimiento humano, negando así cualquier acto de posible solidaridad con una especie que a sus ojos es irrelevante. En cuanto al empleo de libros arcanos, puede decirse que cuadra con la ambientación del escritor, pues sus personajes suelen ser académicos bastante preparados. Éstos, por lo general, terminan por enloquecer conforme más investigan sobre los temas relacionados con la mitología. En Lovecraft, por ejemplo, se encuentra la referencia al Necronomicón, un libro escrito por Abdul Alhazred. Dicha pérdida de cordura funciona como piedra angular entre la búsqueda de lo desconocido y la imposibilidad de los personajes por rebasar su condición humana. Aunque, desde la tradición gótica, a los espacios se los había caracterizado por su estado en decadencia, cabe mencionar que el Círculo de Lovecraft consigue establecer nuevos imaginarios colectivos. Los espacios que se utilizaban con anterioridad solían ser castillos y ruinas medievales, escenarios a los que todavía Poe recurrió. Howard Philip, al igual que sus contemporáneos, optó por narraciones que sucedían en el presente, situación que permitió sobrepasar un anquilosamiento generado por la repetición de una fórmula ya bastante gastada para el siglo XX. Por último, la referencia a lenguajes no humanos. Esta característica es importante con relación al nombramiento de los dioses y demás criaturas mitológicas, intentando mostrar desde su nombre un cierto extrañamiento ante la cultura humana. En una carta escrita a 5 Cfr. Alba Vallejo Picado. Los mitos de Lovecraft. Duane W. Rimel, el 23 de julio de 1934, refiriéndose a la pronunciación del nombre de Cthulhu dice: El vocablo se supone que representa un torpe intento de captar la fonética de una palabra totalmente inhumana. El nombre de la horrible entidad fue inventado por seres cuyas cuerdas vocales no eran como las del hombre, por lo tanto, no tiene nada que ver con las dotes del habla humana.6 A diferencia de Tolkien, las palabras inventadas por Lovecraft no desembocan en la creación de un idioma, sino simplemente son usadas como un elemento más que alimenta el misterio alrededor de su mitología. Antes de hacer un estudio de Las montañas de la locura, quisiera recuperar los comentarios hechos por Lovecraft sobre la historia de la literatura gótica. En general, nuestro autor retoma muchos elementos de dicha tradición, aunque como se demostró con anterioridad, su grupo hizo una gran aportación al género. Para dicho autor, el origen de las historias de terror se encuentra estrechamente ligado con la magia y aspectos rituales de las civilizaciones antiguas. El terror cósmico aparece como un ingrediente del folclore más temprano de todas las razas, y está cristalizado en las baladas, crónicas y escritos sagrados más arcaicos. De hecho, era un rasgo prominente de la elaborada y ceremonial magia.7 Este terror, en general, se fundamenta en la personificación del entorno, el cual se considera hostil a la vez que intrigante. La literatura gótica de la Edad Media fundamentó su escritura en leyendas ancestrales que se compartían de manera oral. Para Lovecraft, la gran producción de este periodo no es otra cosa que una sistematización por escrito de leyendas ancestrales. Menciona, por ejemplo, los Edda escandinavos, el mito de Beowulf, las historias en torno a los nibelungos, hasta las estrofas de Edmund Spencer. En este momento histórico la tarea del escritor se encuentra más relacionada con el ejercicio del archivista que con el del artista. Por esa razón, Howard Philip sitúa el inicio del género desde la creación literaria con El castillo de Otranto, de Horace Walpole. Allí se encuentra lo que ahora consideramos un lugar común de las ambientaciones góticas, como lo son el castillo, las ruinas y las catacumbas. El uso de fantasmas y demás arquetipos 6 H.P. Lovecraft. Narrativa complete. Volumen I: 816-817. 7 H.P. Lovecraft. El terror en la literatura. El nacimiento de la historia de terror.
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