Rúbricas XI Ciencias de la Salud en la Ibero Puebla 95 Nuevamente quiero recordar que cada profesor y estudiante tendrá sus propias estrategias, la invitación es que las identifiquemos y las pongamos en marcha. Conectar con el otro y con lo que nos une al otro (entablar conversación como primer acercamiento). Al inicio de las prácticas les doy a los alumnos la encomienda de que conversen con alguna persona del escenario de prácticas, que no conozcan, incluso les digo que si tienen a alguien al lado, quiero verlos conversando. Me impresiona ver la angustia y miedo que genera en algunos “hablar con extraños”, como si corrieran peligro al hacerlo. En ocasiones me preguntan “¿pero cómo lo hago?”, “¿qué digo?”, mi respuesta es: “empiecen siempre saludando y procurando ver a la cara, luego preséntense como estudiantes, de ahí lo que salga”. Como herramienta didáctica les explico qué es la entrevista no directiva, que tiene como principio no hacer preguntas sino seguir el hilo de la conversación, seguir el ritmo del otro. Pareciera un ejercicio sencillo, sin embargo, muchos alumnos no están acostumbrados a hablar con gente que no pertenece a su círculo; esto es un claro reflejo del mundo individualista y es un obstáculo que tenemos que vencer durante las prácticas. Parte de entablar comunicación es hablar de uno, por lo que el alumno tiene que hablar de sí, y en esta comunicación identificar características similares o incluso problemas comunes con ese otro; de esta forma, al identificarse como iguales en muchos sentidos, van perdiendo el miedo. Al final es gratificante observar cómo los alumnos toman más tiempo del destinado en sus recorridos de campo, precisamente porque estaban teniendo, a decir de ellos, “una plática muy interesante” con las personas que habitan el escenario de prácticas. Conectar con las potencialidades (identificar la riqueza y utilidad de los conocimientos y quehaceres del otro). Esta estrategia tiene relación con lo que nos aporta el otro en la comunicación humana, con valorar y potenciar lo que es diferente. Lo pongo antes que la estrategia de conectar con necesidades, porque considero que es lo que nos hace valorar al otro, aproximarnos a él desde sus cualidades y permite identificar el potencial que tiene para construir su camino. Es muy fácil juzgar aquello que el otro hace mal, pero como les digo a los estudiantes: “toda conducta tiene un porqué, una utilidad y algún beneficio”, y los animo a que identifiquen esta otra cara de la moneda. Un ejemplo frecuente es la observación que hacen los alumnos cuando mencionan que: “los niños del escenario de prácticas están descuidados porque al platicar con sus papás se dan cuenta que éstos no los pueden apoyar con las tareas y porque los dejan jugar mucho tiempo en la calle”. Cuando les preguntó: ¿cuál es la ventaja de esto?, llegan a la conclusión de que son niños más independientes y que crecen en relación con el otro. De eso se trata en esta estrategia, de identificar las potencialidades de las formas sociales y las actividades que tienen las personas del escenario de prácticas. Conectar con las necesidades (identificar no lo que creemos que necesitan sino lo que ellos mismos expresan que necesitan). Gran parte de las fallas de los proyectos sociales radica en que se diseñan desde aquello que el profesionista cree que necesitan, y eso generalmente suele ser más bien una necesidad de él. Es por eso que debemos invitar a los estudiantes a estar atentos y a la escucha del otro, y nuestra labor es apoyarlos a encontrar la forma para cubrir esa necesidad. Ante esta situación, el alumno debe ser flexible y tener una capacidad de respuesta a lo que se presente. Por ejemplo, los estudiantes que trabajan con niños de la comunidad suelen llevar programada su labor para trabajar rezago escolar, pero cuando reciben a aquellos que están viviendo un duelo, o situaciones de violencia en casa o alguna situación afectiva, lo pertinente es que reestructuren su trabajo en torno a las necesidades reales de quienes están presentes. La encomienda de conectar con otro es clave para romper ese individualismo y narcisismo de los estudiantes, y así se den cuenta por ellos mismos de la importancia que tienen los otros, con el propósito de que las prácticas se desarrollen para que la convivencia y la vida social se dé. Bauman (2006: 146) lo expresa de la siguiente manera: […] todos somos interdependientes en este mundo nuestro, en rápido proceso de globalización, y debido a esta interdependencia ninguno de nosotros puede ser dueño de su destino por sí solo […] todos necesitamos tomar el control sobre las condiciones en las que luchamos con los desafíos de la vida, pero para la mayoría de nosotros, ese control sólo puede lograrse “colectivamente”. Es reconocer al otro también como actor, reconocernos como actores interdependientes. La encomienda de conectar con otro es clave para romper ese individualismo y narcisismo de los estudiantes, y así se den cuenta por ellos mismos de la importancia que tienen los otros.
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