Reactivación desde abajo

66 atención a la población migrante más vulnerable: las mujeres, los niños y las niñas. También en este caso encontramos tres intervenciones: 1. La campaña “Ayúdame a estudiar en casa”, en apoyo a niños y niñas para garantizar que tuvieran una televisión que les permitiera seguir las clases escolares transmitidas durante el tiempo del encierro. 2. La campaña “Acoger y proteger con amor”, en soporte a recién nacidos en familias uniparentales subempleadas o desempleadas. Durante esta campaña se entregaron artículos de cuidado, de higiene personal y otros para bebés. En total fueron beneficiadas 23 mujeres. 3. También se organizó una campaña de concientización para el registro de los nacimientos de niñas y niños de refugiados con el fin de que fueran reconocidos inmediatamente. En el marco de esta actividad se otorgaron 188 orientaciones y 17 acompañamientos directamente al registro civil. Como mencionamos al principio de este texto, la asociación tuvo que atender una composición nueva de migrantes. Destacó el aumento de mujeres y madres solteras con hijos. Eso obligó a considerar más el tema de la violencia familiar y, a la par, dar asesoría para los trámites migratorios y jurídicos. Al mismo tiempo, la dimensión del estrés psicológico adquirió mayor importancia en los meses de encierro, afectando no sólo a los beneficiarios de las acciones de la organización, sino también a los y las integrantes de la misma Casa Monarca. La carga de trabajo y las condiciones en las cuales se tuvo que trabajar, hizo necesaria una particular atención a la salud mental de las y los trabajadores. La asociación atendió esto organizando espacios específicos para platicar sobre el tema y garantizar que cada integrante recibiera la atención necesaria, destinando parte del presupuesto al cuidado del personal.

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