Reactivación desde abajo

65 Monarca pensar también en nuevas acciones y campañas específicas para migrantes dentro del contexto pandémico. Además, la asociación tuvo que enfrentar necesidades nuevas surgidas con la pandemia, como pérdida de empleo, educación a distancia, salud física y mental, así como la dificultad de integración por el resguardo sanitario. En primer lugar, se organizó un programa de entrega de despensas y ayudas que siguió operando desde marzo de 2020 hasta agosto del mismo año, cuando se acabó el presupuesto. Cada día, la asociación entregó a domicilio, en casas de refugiados en las periferias de Monterrey, una despensa. En septiembre, cuando se terminaron los recursos, al mismo tiempo la ciudad experimentó una pequeña reactivación económica, entonces Casa Monarca decidió dirigir sus esfuerzos hacia la inserción laboral, atendiendo de esta forma uno de los principales retos generados por la pandemia, o sea, la falta de ingresos. Este tipo de acciones fueron posibles a través de la ampliación del equipo jurídico que ocurrió durante la pandemia. En este ámbito encontramos tres acciones: 1. Juntamente con acnur y femsa se firmó un convenio para la contratación de 50 refugiados cada mes para que trabajaran en los oxxo. 2. Otro programa exitoso se llama “Compartiendo cubrebocas”. Ello involucró a 13 mujeres y nueve hombres refugiados, los cuales se formaron y produjeron 350 cubrebocas con 13 máquinas de coser donadas por una fundación. Al final, los cubrebocas se donaron al estado de Nuevo León. 3. Siempre en la dirección de la inserción laboral, la asociación se comprometió a otorgar a tres mil refugiados su identificación curp, un documento imprescindible para quien quiere trabajar regularmente en México. Más allá de la inserción laboral, se abrieron varios frentes con la organización de acciones y campañas de apoyo, con particular

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