35 generar alternativas a ella, al mismo tiempo que conciben a la dominación capitalista más allá de una lectura centrada única y prioritariamente en la explotación del trabajo asalariado. Entre estas reflexiones señalamos las siguientes. Algunos debates inspirados en la noción de acumulación por desposesión de Harvey (2004), que en América Latina se ha usado especialmente para el estudio de resistencias al extractivismo (Navarro, 2015), evidencian cómo hoy la apropiación capitalista de plusvalía no opera únicamente vía explotación del trabajo fabril, sino que a través de la apropiación forzada de bienes públicos o comunes, sobre todo con respecto a los recursos ecológicos de las poblaciones rurales que sufren los efectos de contaminación y despojo generados por actividades extractivistas y obras infraestructurales. En cambio, el neomarxismo italiano ha avanzado una interpretación sobre la existencia de múltiples modalidades de explotación del trabajo contemporáneo en situaciones que no presentan relaciones asalariadas o incluso que no se presentan como trabajo (Hardt y Negri, 2011). Tal intuición se dirige a comprender los mecanismos de apropiación capitalista en contextos de trabajo autónomo o asociativo, así como en el sector servicios y en aquellas producciones económicas sustentadas en los derechos de propiedad intelectual. Su hipótesis es que la producción contemporánea depende cada vez más de formas de cooperación del trabajo que no son organizadas por los capitalistas, por tanto, la apropiación de plusvalía por parte de ellos no desaparece, sino que opera como una especie de captura desde afuera del valor producido por diferentes modalidades de trabajo o cooperación social, adquiriendo la forma de la llamada explotación biopolítica (Hardt y Negri, 2011: 145). Otra propuesta procede de la corriente del marxismo abierto, el cual reconoce en el fetichismo, más que en la explotación, el principal mecanismo de dominación capitalista, que tiende a subordinar a cada productor a las dinámicas impersonales del mercado y al poder objetivado en el dinero, al mismo tiempo que conforma la subjetividad de los
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