Reactivación desde abajo

18 El principal efecto ha sido la caída del comercio de bienes duraderos y las exportaciones dado que las economías latinoamericanas dependen en gran parte de los mercados de Estados Unidos y Europa. De hecho, la llegada de la pandemia cuestiona el desarrollo del proceso de globalización en la forma en que ocurrió en los últimos 30 años, a través de una creciente interdependencia entre economías y la estructura de cadenas de valor extendidas a todo el planeta. La disrupción de estas cadenas es un elemento central de la crisis económica actual. Aparte del sector del comercio, algunos otros sectores quedaron fuertemente afectados; éstos fueron: turismo, industria cultural tradicional (los eventos como conciertos y festivales), la reparación de bienes, los hoteles y los restaurantes, el transporte, la moda (cepal, 2020a: 4) y el muy importante sector automotriz. Se estima que 34.2 % del empleo formal y 24.6 % del pib de la región corresponden a estos sectores (cepal, 2020a: 4). Tal como lo hemos planteado líneas arriba, la pandemia por covid-19 ha visibilizado la vulnerabilidad de un sistema económico global cuyas cadenas de valor tienen una enorme dependencia transnacional y se ven comprometidas frente al cierre de fronteras ante la crisis sanitaria. Las medidas de confinamiento han profundizado desigualdades históricas poniendo en riesgo particularmente a ciertos sectores de la población. En este sentido, el trabajo formal, pero, sobre todo el informal, las mujeres como una parte importante de la fuerza de trabajo de la región, así como los pueblos indígenas se han convertido en las principales víctimas de esta pandemia. De las afectaciones al trabajo En particular destaca que América Latina y el Caribe es la región con la mayor contracción en todo el mundo, casi el 21 %, el doble del promedio global que es de 11 % (oit, 2021: 28). Las afectaciones a la economía y al empleo en el momento más intenso de la implementación de las medidas de contención sa-

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