110 directivas, que se reúne de manera mensual para seguimiento y toma de decisiones. Este comité, cuando inicia la crisis en marzo, se transforma en un comité de contingencia. Las reuniones se hacían de manera semanal para ir activando acciones de forma más inmediata. Se colocaron cuatro temas de seguimiento. 1. Personas. Se abordaron las medidas de contingencia o protocolos de salubridad para las familias, los equipos, los trabajadores que, incluso, se mantienen todavía en 2021. Ciertamente, los compañeros de la ciudad tuvieron que guardarse, pero en Chiapas no, ya que la propagación de la pandemia ha sido más lenta. Se diseñó un esquema de cooperación con productores que son socios de las cooperativas. Se decidió aportar el 20 % del salario que se ha planteado que vaya como participación de socios trabajadores. Eso se había impulsado desde años atrás, pero con la crisis se acelera. Es un proceso de organización y cohesión social. Se han tenido muchas capacitaciones. Existen dos asesores en Yomol A’tel de la Universidad de Sade en Barcelona, y se están formando en el área de ventas. Es un área de oportunidad clarificar que no sólo la persona de ventas es a quien le toca vender. Pero, como en este tipo de economía social y solidaria se cierra parte del ciclo, siendo los clientes un elemento importante, se han metido en una lógica de desarrollar capacidades y tener formación de atención y seguimiento a éstos. En este contexto, también ha resultado relevante fortalecer la formación de cuadros, jóvenes y mujeres en nuevos perfiles que nos piden las nuevas circunstancias: especialistas en comercio electrónico, venta de exportación. 2. Financiero. Se armó una contingencia financiera, flujos de efectivo. Se construyeron escenarios desde los más optimistas hasta los más pesimistas, para tener una lectura a través de números e indicadores. Se inició el acercamiento y negociaciones con inversionistas sociales cercanos al proyecto en
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