Reactivación desde abajo

107 La pandemia es una situación a nivel global que ha repercutido en su trabajo y han tratado de ser lo más resilientes posible, buscando oportunidades de aprendizaje, pero, sobre todo, cooperando de manera colectiva ante la adversidad. En los primeros meses fue mucho más sencillo enfrentar el confinamiento, actualmente las familias lo resienten en lo personal y económico. Alo largo de estos meses han identificado diferentes fortalezas, retos y alternativas para superar la crisis. No la han superado y todavía creen que falta tocar fondo, aunque no tienen claridad suficiente de lo que pueda venir. Sin embargo, existen algunas condiciones favorables que les permitieron enfrentar este escenario. Por un lado, en el mes de marzo tenían una situación económica y financiera saludable en términos generales. Por otro lado, la formación para productores y trabajadores se convirtió en una fortaleza que en tiempos de crisis se visibiliza más porque valores y principios solidarios se encuentran más arraigados y surgen con mayor fuerza. La red de aliados comprometidos y cercanos, construida a través de amistades, además de una red de colaboraciones de organizaciones de la sociedad civil y universidades, también apoyaron a la organización. En marzo ya se había cerrado el acopio de café, ya se habían cerrado procesos logísticos, se había asegurado el ingreso de las familias y la bodega estaba llena de producto. Esto permitió reducir la tensión con las familias productoras. El tipo de relación que han construido siempre ha sido en la línea de la confianza y la transparencia, y esto ha sido una de las condiciones favorables para salir adelante. Estos principios de solidaridad sí se han sentido. El saber que no estamos solos ayuda a seguir buscando alternativas. Yo creo que, aunque tengas bien afinadas las estrategias y sepas cómo operar procesos, se visibilizan estos momentos. Tener sensibilidad ha sido clave, tener una lectura cercana de lo que sucede con la

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