Pasos Nueva Época 9

La evaluación docente en el Doctorado Interinstitucional en Educación (DIeE) . Prácticas y usos 11 Ana Bertha Tiscareño Ramírez* seren d ipias La calidad en los procesos de enseñanza y aprendizaje es una meta y preocupación en las instituciones de educación superior (IES). Uno de los mecanismos usados para tener un referente de esa calidad es la evaluación; específicamente, el desempeño docente es considerado como la variable más influyente en el logro del estudiante, esto de acuerdo con la Organisation for Economic Cooperation and Development (OECD, 2005). La evaluación puede describirse como un enfoque sistemático para recopilar, proporcionar y utilizar información sobre un curso o programa educativo para determinar la naturaleza, calidad y eficiencia de la enseñanza y el aprendizaje en un curso o programa. La concepción y propósitos de la evaluación han evolucionado; por mucho tiempo fue usada para la rendición de cuentas y desde una postura cuantitativa servía para medir la eficacia docente; era un medio de discriminación entre buenos y malos docentes. Empero, actualmente la evaluación se ha convertido en un medio de retroalimentación que complementa otros esquemas y proporciona información que coadyuva en la toma de decisiones. Isoré (en Cuevas y Moreno,2016) refiere que es el mecanismo que permite conocer y mejorar la enseñanza. La evaluación del docente tiene múltiples propósitos, en algunas instituciones se usa para:  verificar que la enseñanza satisface las necesidades de los estudiantes  identificar áreas donde la enseñanza puede ser modificada o mejorada  proporcionar retroalimentación y motivación tanto a los docentes como a las autoridades  apoyar las postulaciones de promoción y desarrollo profesional. En el Sistema Universitario Jesuita (SUJ), la evaluación de la práctica docente permite conocer la percepción de los estudiantes. En este contexto se entiende como un mecanismo que identifica las fortalezas y áreas de mejora a la vez que promueve una actitud crítica de los estudiantes y una cultura de evaluación. Se asume entonces que la evaluación es un medio de monitoreo y desde un enfoque formativo se conceptualiza como un proceso positivo que contribuye a la planeación, organización, implementación y consolidación de un curso o programa académico de calidad, ya que la valoración de un proceso o gestión se vincula directamente con la toma de decisiones. “…se conceptualiza como un proceso positivo que contribuye a la planeación, organización, implementación y consolidación de un curso o programa académico de calidad…”

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