Pasos Nueva Época 8

Marisol Aguilar Mier* El perfil de competencias docentes: la brújula para la mejora continua Desde el modelo educativo humanista de inspiración cristiano/ignaciana que fundamenta el ser y el actuar de las universidades jesuitas, se entiende a la “educación de calidad” como aquella que logra formar personas conscientes, competentes, compasivas y comprometidas . 1 Esta premisa implica una educación que persigue el desarrollo integral y que está centrada en el aprendizaje de los alumnos, de manera que ellos logren movilizar y desplegar sus habilidades, saberes y perspectivas para actuar con autonomía, pertinencia y creatividad en distintos contextos. Lo anterior, evidentemente implica una práctica docentemuy específica. De acuerdo con las perspectivas de corte socioconstructivista, por un lado, el alumno debe asumir un papel activo y principal para que sea capaz de gestionar su propio proceso de aprendizaje; por otro lado, el docente es un acompañante que brinda apoyos y diseña experiencias de aprendizaje que per- mitan a los estudiantes, en permanente diálogo y colaboración, la construcción y reconstrucción de saberes y el desarrollo de competencias, logrando así involucrar todas las dimensiones de la persona. Ante este escenario nuestra institución, en un esfuerzo por caracterizar un perfil docente congruente con sus intencionalidades formativas, planteó un conjunto de competencias para contar con referentes claros y consis- tentes que contribuyan a una evaluación más integral de la docencia, a la par que se identifiquen las claves que orientan los procesos de formación encaminados a la mejora continua de la práctica docente. Pero antes de adentrarnos a explicar estas compe- tencias docentes, cabría precisar la manera cómo, desde nuestro modelo educativo, se entienden y promueven, ya que la noción aún sigue siendo polémica, habiendo en la actualidad muchos enfoques. En primer lugar, podemos afirmar que las compe- tencias docentes que conforman el perfil guardan una relación de interdependencia porque aunque cada una de ellas tiene un énfasis particular, no es posible entender una sin considerar el resto y viceversa ya que operan de manera relacional. Además, cobran sentido en un contexto y, por tanto, siempre son situadas. En segundo lugar, las competencias no solamente impli- can un saber hacer: si bien involucran habilidades o destrezas, van más allá. Se concretan en un saber actuar traduciéndose en una respuesta frente a una situación determinada donde se significa la realidad y se identifican los mecanismos más adecuados para situarse e intervenir en ella mediante un proceso progresivo en el que la persona se va volviendo más autónoma. Por esto conllevan mecanismos metacog- nitivos, autocorrectivos y autoevaluativos que construyen, reconstruyen y afianzan al sujeto, suponiendo caminos de desarrollo permanentes. A la luz de las características arribamencionadas puede apreciarse que nuestra noción de “competencia” supera la simple ejecuciónmecánica de tareas derivadas de una serie de elementos desagregados. Hablamos de una perspectiva integradora en la que se mira al docente como un ser creativo e innovador, que toma decisiones desde una postura ética definida, piensa críticamente, soluciona problemas y aprende de manera permanente. Así pues, en el año 2013 y luego de un ejercicio de reflexión profunda, se aprobó el documento titulado “Lineamientos sobre las Competencias Docentes”, 2 señalándose las siguientes: 1 . Planea y organiza el proceso de aprendizaje con base en objetivos evaluables y viables para favorecer el desarrollo de las competencias de los estudiantes 5 CONTEXT s 1 Luis Ugalde, SJ, 2015. 2 Normativa académica/documentos básicos/DGA (21 de marzo de 2013).

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